lunes, 14 de marzo de 2016

Disertación sobre la identidad

El ser humano siempre se ha preguntado acerca de la identidad. ¿Existimos en esta realidad, o solo es una alucinación provocada a nuestro cerebro? ¿Y si descubrimos que la realidad es distinta a lo que siempre hemos percibido, la aceptaríamos? ¿Qué es la identidad? ¿Puede esta cambiar? Y si es así, ¿seguimos siendo la misma persona?
Desde el planteamiento de “el mito de la caverna” de Platón hasta el día de hoy, con, como por ejemplo, la película Matrix o el texto Vivir en una cubeta, la gente se ha planteado si la realidad que percibimos es verdaderamente real o está oculta. En el mito de Platón, lo percibido son las sombras proyectadas en la pared de la cueva, y todos piensan que esa es la realidad, pero cuando salen al exterior, ven que hay una realidad, y no es la que siempre habían percibido, si no que la anterior era un simple reflejo de la verdadera. En Matrix se va un paso más, y los humanos están conectados a máquinas que les hacen ver como real una simulación creada por unos robots y en el texto de vivir en una cubeta trata también de inducirle alucinaciones a un cerebro. El problema es, que si no puedes percibir la realidad, ¿cómo sabes que lo que puedes sentir no es la realidad?
Además, tanto en el  “Mito de la caverna” como en Matrix, cuando alguien consigue descubrir la realidad, intenta mostrársela a los demás. En el mito de Platón, el resto de los prisioneros no quieren aceptar que lo que llevan viendo toda su vida no es la realidad, y se dice que en cuanto puedan intentarán matar al que los intentó liberar. En Matrix también hay personaje que a pesar de que sabe que el mundo en el que vive no es la realidad, prefiere seguir en él y ayudar a las máquinas que les tienen atrapados antes que vivir en la realidad y perder todos los privilegios que tiene en el mundo creado por medio de un programa informático. Esta manera de pensar existe en la realidad, y la podemos observar en el caso de los extremismos religiosos, que llegan incluso a condenar a muerte a personas solo por creer que lo que ellos creen real no lo es, y que la realidad es otra (como por ejemplo los yihadistas o la Inquisición en el pasado).
Otro de los problemas planteados en el texto es el de la identidad, y es que, por ejemplo, hay estudios científicos que demuestran que entre 5 y 10 es lo que tarda nuestro cuerpo en sustituir todos los átomos que lo formaron en un momento específico. Entonces,  si nuestro cuerpo no tiene una sola partícula de las que tenía hace diez años, ¿seguimos siendo las mismas personas?, y si lo somos, ¿Qué nos hace ser una persona?

A nuestro parecer, sí que lo somos, ya que la identidad no va ligado a algo físico como es el cuerpo, y aunque cambiemos de ideales, también seguiremos siendo los mismos, ya que lo que nos da una identidad es nuestro pasado, es decir, todo lo que hemos hecho con anterioridad, ya que es eso lo que nos ha llevado a ser como somos en la actualidad.

Miguel Suárez
Elisa Sun

No hay comentarios:

Publicar un comentario