lunes, 19 de enero de 2015

No me llamo nena!

¿Piropo o acoso?

A vueltas con la libertad de expresión de opiniones en los espacios públicos, el pasado 10 de enero, Ángeles Carmona, presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del Consejo General del  Poder Judicial (CGPJ), calificó, en una entrevista en Radio Nacional, al "piropo" -ese abordaje abrupto al que diariamente muchos varones someten a la mujeres en los espacios públicos-, como "una invasión de la intimidad de la mujer y debe erradicarse", promoviendo con ello un debate en las redes sociales del que nos hacemos eco para pensar.

Ver el País (19 de enero de 2015), Carmona no estás sola, el artículo de Alejandra Aguado. 

Otro exponente de esta crítica, lo encontramos en Hollaback, una organización neoyorkina que sensibiliza contra el acoso callejero a mujeres y colectivos LGTB, que grabó este vídeo en el se muestran algunos de los 100 comentarios o acercamientos de hombres  que recibe una mujer mientras camina durante 10 horas por las calles de Nueva York. 


No me llamo nena!!
http://nomellamonena.tumblr.com/
Campaña contra el acoso callejero, Lavapies (Madrid)




1 comentario:

  1. El piropo, deberíamos definirlo antes de ponernos a debatirlo, porque me parece que parte de la discusión que atañe a este tema es sobre lo que se considera un piropo. Cómo la palabra en la RAE no explica su significado en este caso lo sustituiré por halagar:
    Halagar: 1.Dar a alguien muestras de afecto o rendimiento con palabras o acciones que puedan serles gratas. 2. Dar motivo de satisfacción o envanecimiento. 3. Adular o decir a alguien interesadamente cosas que le agraden.
    Ahora centrémonos en lo que se refiere a los piropos como “invasión de la intimidad de la mujer” un “abordaje abrupto al que diariamente muchos varones someten a las mujeres en espacios públicos”. Le quería dar importancia a esto, porque en las redes sociales he tenido que leer muchas cosas del estilo de “ahora ya ni se les puede decir que son guapas”, “pronto prohibirán hasta ligar” y cosas peores. Bien, dejadme a todos los que pensáis de esta forma, o similar, un minuto de vuestras vidas para que reflexionemos sobre esto.
    Primero, respecto a decirles piropos a las mujeres, no es algo que esté mal, decir cosas bonitas o halagar es algo bueno, pero debe hacerse con respeto. Pero no se trata de halagos en momentos adecuados los que se quieren suprimir. Lo que se discute son aquellos que te dicen desconocidos, son aquellos irrespetuosos y denigrantes. Me voy a remitir a un caso real, de una hija caminando con su madre, a la que un hombre les gritó: “me follaría a la madre sólo para poder follar con la hija con esas pedazo de tetas”. Si decís que es extremo también podéis buscar entre repertorios más clásicos como: “¡Qué bonitas piernas! ¿A qué hora abren?”, “eso son carnes y no lo que le echo yo al cocido” o ordinarios como “te comería todo”.
    Ahora sólo remitámonos a la definición. Con estas frases NO HALAGAS. No das muestras que puedan ser gratas, ni haces sentirse bien a la otra persona. Cuando alguien que no conoces grita eso por la calle, no te dan ganas de conocerle ni darle las gracias. Así NO LIGAS. No vas a conseguir nada con un piropo a una desconocida por la calle, sólo la haces sentir avergonzada (aunque en realidad debería avergonzarse el que lo diga), y acosada. Y con esto también un “guapa” o “preciosa”, no gustan, porque en la calle a un desconocido no tienes que hablarle. Al igual que no le dices “preciosa chaqueta”, tampoco se debería halagar el físico porque una persona sea guapa y la veas pasar. Es invadir la intimidad de la gente, porque nadie debería aguantar comentarios de los demás sólo porque a ellos les parezcan halagadores. Lo interesante de este hecho es que si estos piropos fuesen con simples buenas intenciones, entonces no se harían en grupo, que es lo más habitual. Si de verdad fuese algo tan bueno no se necesitaría estar acompañado para hacerlo, o no se trataría de hacerlo para ver quién es el más macho de un grupo. Y aún grupales o individuales son igual de perniciosos.
    Si hasta aquí estás de acuerdo conmigo, entonces lo estás con lo que ha dicho Ángeles Carmona en el texto. No trata de eliminar los comentarios adulatorios, si no de evitar que estos se utilicen como acoso. Si quieres decirle algo bonito a otra persona, hay maneras respetables de hacerlo, y hay momentos apropiados para ello. Si usas la forma adecuada harás el mejor uso de los halagos, que es el de hacer sentirse a alguien bien consigo mismo y mostrarles tu afecto. Pero si eres un desconocido y sólo se te ocurre gritarlo, y piensa como te sentirías tú si te hicieran eso delante de toda la calle. Y si sigues pensando que es correcto, entonces vuelve a reflexionar sobre recibir esos gritos más de una vez. Y por si acaso aun persistes, pregúntate para qué decírselo y porqué le iba a interesar tu opinión.


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