El Roto |
Puesto que a estas alturas del
curso no disponemos de clases suficientes para comentar los ejercicios de
disertación que habéis elaborado la semana pasada, procedo a exponeros un
ejemplo -entre otros ejercicios interesantes que habéis aportado-, de la segunda propuesta de disertación que sobre los temas
de filosofía política y cuestiones sociales contemporáneas, hemos estado
trabajando en clase en esta evaluación.
En la disertación se comienza definiendo los
conceptos que empleamos para saber de qué estamos hablando, cuestión importante, pues forma parte del requerimiento de uso de
un lenguaje claro y preciso, por ello los conceptos de democracia, y ciudadanía
, deben ser explicitados, pues sobre ellos va a girar la reflexión central sobre
la afirmación a evaluar.
A continuación, elabora con un lenguaje claro y
preciso, una argumentación en la que valora los puntos fuertes y débiles sobre
los siguientes aspectos que encuentra relevante destacar:
·
El carácter
inacabado de la democracia.
·
La exigencia de participación y debate.
·
El
carácter precario y reversible de la condición de
ciudadanía en una democracia
·
La condición de pensamiento crítico para la efectiva de cualidad
de ciudadano que necesita del acceso libre y gratuito a la educación.
·
El hecho de que la educación no es solo un derecho
sino un deber del Estado.
·
Los peligros de la mercantilización de la
información.
·
La posible confusión entre la cualidad
de ciudadano y la cualidad de consumidor.
·
Los riesgos que, para la cualidad de
ciudadano, representa el adoctrinamiento
de la “opinión prefabricada”.
·
La intoxicación
informativa entendida como información excesiva, reiterativa o
contradictoria sin posibilidad de calibrar la calidad de los datos.
·
El conocimiento
como factor de cambio que permita
a la ciudadanía replantearse su modo de
vida, sus costumbres y creencias
más asentadas y contemplar otras perspectivas
que propicien la diversidad humana.
·
La importancia que para la cualidad de
ciudadanos tiene, además de la participación efectiva, el control efectivo de la gestión del gobierno.
·
Los peligros de la “tiranía de las mayorías” y la necesidad
de encontrar consensos para dar
cabida a “las minorías”.
·
La responsabilidad de la ciudadanía para perseverar en su “virtud”.
·
Ventajas de perseverar en dicha virtud: mayor autonomía, libertad individual, y
la condición de que cada uno persiga su
felicidad siempre que no perjudique la libertad de los demás.
·
Exigencia, por parte de la ciudadanía, de
unos medios de información rigurosos.
·
Los problemas que plantea la globalización en lo relativo a la libertad de información
y formación: Cultura del espectáculo, ocio despolitizado, productos culturales
diseñados con fines comerciales.
·
Inconvenientes que para nuestras vidas se derivan del incremento de la tecnología ( Se
citan los trabajos de Evgeny Morozov, investigador especializado en los efectos
de la red en la política y la sociedad)..
Todo ello en, aproximadamente, 45´y 982 palabras.
Transcribo literalmente el
texto de Irea Mosquera Lois, para que podáis valorarlo vosotros mismos.
“Entendemos por
democracia la configuración política formado por hombres libres e iguales, los
ciudadanos, que se autogobiernan, eligiendo el ordenamiento jurídico conforme a
unos principios promulgados racional, libre e intersubjetivamente, y basados a
su vez, en unos criterios éticos de justicia.
De este modo,
son los ciudadanos, los que interpretan y eligen lo que ellos consideran bueno
y necesario, y nadie en su lugar.
Es importante para
la correcta valoración de la afirmación (objeto
de disertación) profundizar en el carácter
inacabado de la democracia. La calidad de ciudadano nunca está completa,
hay que perfeccionarla y ejercitarla de forma constante.
La democracia
precisa de participación, de un debate constante para que no deje de
ser democrática.
Los ciudadanos
precisan una preocupación constante e
indelegable ya que en la democracia, si no se avanza, se retrocede y es preciso
reconquistar cada día lo ganado. Para que el debate y la preocupación constante
esté fundado se precisa instrucción, una
educación mínima, y por eso se precisan medios de información de acceso libre y
gratuito. De este modo, la democracia y la educación ciudadana constituyen un
círculo cerrado que se autoconstruye y autoalimenta. Esto es una de las principales
ventajas de ésta: que el propio sistema requiere una ciudadanía educada, informada y con pensamiento crítico. Así, la
educación y el acceso gratuito y libre a la información no es únicamente un derecho
sino un deber. Por ello, queda totalmente garantizado.
Para que la
ciudadanía en cuanto tal, se involucre y busque consensos, se precisa información.
Esta información (como decíamos) ha de ser gratuita y por lo tanto hay que
tener cuidado con la peligrosa mercantilización
de la información: puesto que su producción y recepción corre el riesgo de convertirse
en un mero en un producto de mercado, rigiéndose
bajo las leyes de la oferta y la demanda (informando de aquello que vende, que
produce beneficios económicos) y creando una opinión acrítica y prefabricada, convirtiendo a los ciudadanos en
meros consumidores pasivos,
seducidos por la facilidad de digerir información sin un procesamiento previo y
convirtiéndose, por tanto, en presas fáciles para el adoctrinamiento.
Esta intoxicación informativa, con la
imposibilidad de discernir fuentes o calibrar la calidad y con un una cantidad tan ingente de información que resulta imposible pensar sobre ella y abordarla
de forma crítica, impide que la información se convierta en conocimiento, es
decir, con la imposibilidad de que nos
cambie ya que importa que nos indigne y en definitiva, que no haga replantearnos nuestro modo de vida,
nuestras costumbres más asentadas y buscar otras perspectivas que aumenten la diversidad humana.
Por lo tanto, la
cualidad de ciudadanos, además de relacionarla con la participación efectiva,
también se relaciona con el control
efectivo de la gestión del gobierno. Para ello se precisan mentalidades críticas
que sepan pensar, y ello recae sobre la posibilidad de accede a una información
veraz, objetiva y que acabe por lograr el grado de conocimiento.
El ciudadano, en
tanto que se comporte como tal, precisa del principio de la mayoría pero jamás
ha de caerse en la tiranía de la mayoría,
es decir, es necesaria una información abierta y, estar informado de las opiniones de la minoría, que han de ser
tenidas en cuenta a la hora de buscar,
en lo posible un consenso.
Se precisa una información abierta pues, para tener
claro que, en la condición esencial de los ciudadanos recae la obligación de no permitir prohibiciones de la libertad de
una minoría aunque ello suponga un bien mayor para la mayoría.
Es importante
tener en cuenta que la condición de ciudadanos viene acompañada de gran responsabilidad ya que son ellos mismos
lo que se autogobiernan, por ello muchas veces, se experimenta una tentación de
ceder ante el gran peso de la libertad y de delegar responsabilidades. Ante
esto, hay que tener presente que sí, que la democracia y la condiciones de ciudadanos es costosa y trabajosa,
en tanto que hay que conservar y perfeccionar,
de forma constante, unos medios que nos
informen propiamente, sin buscar condicionarnos, pero, no por ello dejar la
adquisición de la condición de ciudadanos (que hay que ir aumentando de grado
perfeccionando cada día) menos apetitosa y menos buena. Precisamente por el
hecho de precisar de una ciudadanía libre e informada permite una mayor autonomía y libertad individual
del ser humano.
Permite que cada
uno se informe y puede perseguir su
felicidad, sea cual sea su noción de esta, mientras no perjudique las
libertades de los demás.
Resulta, por
tanto, de vital importancia conservar y poseer una fuente de información fiable
que fomente el espíritu crítico.
Hay que señalar,
respecto a esto, el peligro que encierra actualmente la globalización en lo relativo a la libertad de informarse ¿No
vemos cada vez más un “ocio” totalmente
despolitizado y que se basa en el consumo
pasivo de productos comerciales diseñados precisamente con este fin?
¿No vemos una cultura que cada vez más se asemeja más
a una industria, buscando el
beneficio económico y a la eficiencia como máximas fundamentales?
Todavía quedan
muestras de cine no comercial (a diferencia del que vende, del “eficiente”) y
de cultura con potencialidad crítica (literatura cruel….) que nos hace
replantearnos modos de vida que hemos asumido inconscientemente como “así, por
naturaleza”.
Ello puede
relacionarse con el incremento de la tecnología en nuestras vidas, que nos hace
más dependientes, menos autónomos y nos quita tiempo para informarnos para pensar, requisito para lograr la condición
de ciudadanos.
Esto, es lo que
señala en los artículos sobre el tema del profesor
Morozov en los que apunta a peligro que encierra esta infiltración de la tecnología,
y de la lógica mercantil en nuestras relaciones personales, en la información que nos llega en el modo
en cómo nos llega, y en los lugares
en los que antes reinaba la estética, la artesanía o un afán de cooperación, imponiendo
como únicos propósitos la eficiencia, la ambición y la competitividad”.
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