Con las elecciones a la vuelta de la esquina nos volvemos más políticos, todo se llena de información.
Cada partido hace sus apuestas, por las políticas que creen que son mejores para el país pero también las que van a ser mejor acogidas por sus votantes.
Estas elecciones son un poco diferentes. Tras las elecciones generales de 2015, donde entran en el congreso dos nuevos partidos políticos, Podemos y Ciudadanos, tumbando el bipartidismo que hasta ese momento era la regla en España (PP-PSOE), aparece ahora un nuevo partido, de extrema derecha.
El 28A tendrá la posibilidad de alcanzar la representación parlamentaria a nivel estatal este nuevo partido, perteneciente a un viejo fenómeno ya conocido, con un discurso de odio, xenófobo, machista, homófobo y antidemocrático. Un partido que nos hace estremecernos, y tener la sensación de retroceder en el tiempo, a una de las épocas más oscuras de nuestra historia, donde las mayores atrocidades jamás pensadas fueron cometidas, a un reinado de terror sobre sus ciudadanos.
A la época de los partidos supremacistas, como el partido nacionalsocialista (conocido coloquialmente como el partido Nazi), el Partido Nacional Fascista de Benito Mussolini o sin irnos más lejos a la Falange Española Tradicionalista.
Siguen unas pautas dignas de analizar, un discurso fácil de comprender, para llegar a todo el mundo y que convence, lenguaje sencillo pero muy escogido, términos como "reconquista" que le dan énfasis a los discursos y hace recordar a la gente la "buena época de España" y lo grandiosos que seremos cuando recuperemos ese imperio que un día fuimos, cuando ocupemos el lugar en el mapa que nos corresponde.
Llegan a mi modo de ver a un público muy estratégicamente seleccionado, gente con miedo, con miedo a que les roben los trabajos, sus sueldos, sus viviendas y sus derechos, sin una visión global del país o del mundo en que vivimos.
Hacen política con el miedo de sus ciudadanos, con sus inseguridades, y las potencian.
Buscan al culpable de todos los males, la gente "diferente" a nosotros. A lo largo de la historia vimos esto numerosas veces, en un momento los judíos, en otro los comunistas..., hoy en día la inmigración ilegal, la gente que escapa de sus países por causa de guerra o hambre, como medio de supervivencia y como su última opción.
Dan falsas ilusiones a sus simpatizantes, les hacen creer que sus salarios son bajos por culpa de los inmigrantes, que son unos criminales y que en España no hay trabajo porque se los llevan todos ellos.
Hacen mella en las mentes retrógradas de la gente, inculturizadas y sin ganas de aprender, que no se interesan por saber más allá de lo suyo, lo de su casa y su trabajo, gente educada en otra época y en otros valores y que, al no formar parte del mundo de ahora, se han quedado estancados en el pasado, y viene este partido a rescatarlos, a sacarlos de las tumbas donde estaban encerrados, y a quitarle las telarañas a todas esas ideologías tan del siglo pasado como solemos decir.
Es gente con problemas corrientes, que no se ha interesado nunca por la política, ellos mismos lo afirman con expresiones como "es la primera vez que me siento interesado por la política", que les da soluciones rápidas, fáciles, claras y concisas a todos sus problemas, y además los deja exentos de culpa, recayendo esta en los otros.
Dicen exactamente lo que quieren oír, pretenden simplificarles la vida de manera rápida y sencilla. Acceden a un sector muy concreto de la sociedad, desde el que intentan introducirse a la población, convencen a los más débiles, a los menos informados y sin opinión crítica para alcanzar el éxito y conseguir al menos una mínima representación parlamentaria.
Irene Fernández Rañón 1ºA
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