lunes, 8 de junio de 2015

La cualidad de ciudadano y los mass media.


El Roto
Propuesta 2: Evalúa la afirmación de que en las sociedades actuales la cualidad de ciudadano depende de los medios de información gratuitos y el acceso abierto a la información.

Puesto que a estas alturas del curso no disponemos de clases suficientes para comentar los ejercicios de disertación que habéis elaborado la semana pasada, procedo a exponeros un ejemplo -entre otros ejercicios interesantes que habéis aportado-, de la segunda propuesta de disertación que sobre los temas de filosofía política y cuestiones sociales contemporáneas, hemos estado trabajando en clase en esta evaluación.

En la disertación se comienza definiendo los conceptos que empleamos para saber de qué estamos hablando, cuestión importante, pues forma parte del requerimiento de uso de un lenguaje claro y preciso, por ello los conceptos de democracia, y ciudadanía , deben ser explicitados, pues sobre ellos va a girar la reflexión central sobre la afirmación a evaluar. 
A continuación, elabora con un lenguaje claro y preciso, una argumentación en la que valora los puntos fuertes y débiles sobre los siguientes aspectos que encuentra relevante destacar:
·       El carácter inacabado de la democracia.
·       La exigencia de participación y debate.
·        El carácter precario y reversible de la condición de ciudadanía en una democracia
·       La condición de  pensamiento crítico para la efectiva de cualidad de ciudadano que necesita del acceso libre y gratuito a la educación.
·       El hecho de que la educación no es solo un derecho sino un deber del Estado.
·       Los peligros de la mercantilización de la información.
·       La posible confusión entre la cualidad de ciudadano y la cualidad de consumidor.
·       Los riesgos que, para la cualidad de ciudadano, representa el adoctrinamiento de la “opinión prefabricada”.
·       La intoxicación informativa entendida como información excesiva, reiterativa o contradictoria sin posibilidad de calibrar la calidad de los datos.
·       El conocimiento como factor de cambio que permita a la ciudadanía replantearse su modo de vida, sus costumbres y creencias más asentadas y contemplar otras perspectivas que propicien la diversidad humana.
·       La importancia que para la cualidad de ciudadanos tiene, además de la participación efectiva, el control efectivo de la gestión del gobierno.
·       Los peligros de la “tiranía de las mayorías” y la necesidad de encontrar consensos para dar cabida a “las minorías”.
·       La responsabilidad de la ciudadanía para perseverar en su “virtud”.
·       Ventajas de perseverar en dicha virtud: mayor autonomía, libertad individual, y la condición de que cada uno persiga su felicidad siempre que no perjudique la libertad de los demás.
·       Exigencia, por parte de la ciudadanía,  de unos medios de información rigurosos.
·       Los problemas que plantea la globalización en lo relativo a la libertad de información y formación: Cultura del espectáculo, ocio despolitizado, productos culturales diseñados con fines comerciales.
·       Inconvenientes que para nuestras vidas se derivan del incremento de la tecnología ( Se citan los trabajos de Evgeny Morozov, investigador especializado en los efectos de la red en la política y la sociedad)..

Todo ello en, aproximadamente, 45´y 982 palabras.

Transcribo literalmente el texto de Irea Mosquera Lois, para que podáis valorarlo vosotros mismos.

“Entendemos por democracia la configuración política formado por hombres libres e iguales, los ciudadanos, que se autogobiernan, eligiendo el ordenamiento jurídico conforme a unos principios promulgados racional, libre e intersubjetivamente, y basados a su vez, en unos criterios éticos de justicia.
De este modo, son los ciudadanos, los que interpretan y eligen lo que ellos consideran bueno y necesario, y nadie en su lugar.
Es importante para la correcta valoración de la afirmación  (objeto de disertación) profundizar en el carácter inacabado de la democracia. La calidad de ciudadano nunca está completa, hay que perfeccionarla y ejercitarla de forma constante.
La democracia precisa de participación, de un debate constante para que no deje de ser democrática.
Los ciudadanos precisan una preocupación constante e indelegable ya que en la democracia, si no se avanza, se retrocede y es preciso reconquistar cada día lo ganado. Para que el debate y la preocupación constante esté fundado se precisa instrucción, una educación mínima, y por eso se precisan medios de información de acceso libre y gratuito. De este modo, la democracia y la educación ciudadana constituyen un círculo cerrado que se autoconstruye y autoalimenta. Esto es una de las principales ventajas de ésta: que el propio sistema requiere una ciudadanía educada, informada y con pensamiento crítico. Así, la educación y el acceso gratuito y libre a la información no es únicamente un derecho sino un deber. Por ello, queda totalmente garantizado.
Para que la ciudadanía en cuanto tal, se involucre y busque consensos, se precisa información. Esta información (como decíamos) ha de ser gratuita y por lo tanto hay que tener cuidado con la peligrosa mercantilización de la información: puesto que su producción y recepción corre el riesgo de convertirse en un mero en  un producto de mercado, rigiéndose bajo las leyes de la oferta y la demanda (informando de aquello que vende, que produce beneficios económicos) y creando una opinión acrítica y prefabricada, convirtiendo a los ciudadanos en meros consumidores pasivos, seducidos por la facilidad de digerir información sin un procesamiento previo y convirtiéndose, por tanto, en presas fáciles para el adoctrinamiento.
Esta intoxicación informativa, con la imposibilidad de discernir fuentes o calibrar la calidad y con un una cantidad tan ingente de información que resulta imposible pensar sobre ella y abordarla de forma crítica, impide que la información se convierta en conocimiento, es decir, con la imposibilidad de que nos cambie ya que importa que nos indigne y en definitiva, que no haga replantearnos nuestro modo de vida, nuestras costumbres más asentadas y buscar otras perspectivas que aumenten la diversidad humana.
Por lo tanto, la cualidad de ciudadanos, además de relacionarla con la participación efectiva, también se relaciona con el control efectivo de la gestión del gobierno. Para ello se precisan mentalidades críticas que sepan pensar, y ello recae sobre la posibilidad de accede a una información veraz, objetiva y que acabe por lograr el grado de conocimiento.
El ciudadano, en tanto que se comporte como tal, precisa del principio de la mayoría pero jamás ha de caerse en la tiranía de la mayoría, es decir, es necesaria una información abierta y, estar informado de las opiniones de la minoría, que han de ser tenidas en cuenta a la hora de buscar, en lo posible un consenso.
Se precisa una información abierta pues, para tener claro que, en la condición esencial de los ciudadanos recae la obligación de no permitir prohibiciones de la libertad de una minoría aunque ello suponga un bien mayor para la mayoría.
Es importante tener en cuenta que la condición de ciudadanos viene acompañada de gran responsabilidad ya que son ellos mismos lo que se autogobiernan, por ello muchas veces, se experimenta una tentación de ceder ante el gran peso de la libertad y de delegar responsabilidades. Ante esto, hay que tener presente que sí, que la democracia y la condiciones de ciudadanos es costosa y trabajosa, en tanto que hay que conservar y perfeccionar, de forma constante, unos medios que nos informen propiamente, sin buscar condicionarnos, pero, no por ello dejar la adquisición de la condición de ciudadanos (que hay que ir aumentando de grado perfeccionando cada día) menos apetitosa y menos buena. Precisamente por el hecho de precisar de una ciudadanía libre e informada permite una mayor autonomía y libertad individual del ser humano.
Permite que cada uno se informe y puede perseguir su felicidad, sea cual sea su noción de esta, mientras no perjudique las libertades de los demás.
Resulta, por tanto, de vital importancia conservar y poseer una fuente de información fiable que fomente el espíritu crítico.
Hay que señalar, respecto a esto, el peligro que encierra actualmente la globalización en lo relativo a la libertad de informarse ¿No vemos cada vez más un “ocio” totalmente despolitizado y que se basa en el consumo pasivo de productos comerciales diseñados precisamente con este fin?
¿No vemos una cultura que cada vez más se asemeja más a una industria, buscando el beneficio económico y a la eficiencia como máximas fundamentales?
Todavía quedan muestras de cine no comercial (a diferencia del que vende, del “eficiente”) y de cultura con potencialidad crítica (literatura cruel….) que nos hace replantearnos modos de vida que hemos asumido inconscientemente como “así, por naturaleza”.
Ello puede relacionarse con el incremento de la tecnología en nuestras vidas, que nos hace más dependientes, menos autónomos y nos quita tiempo para informarnos para pensar, requisito para lograr la condición de ciudadanos.

Esto, es lo que señala en los artículos sobre el tema del profesor Morozov en los que apunta a peligro que encierra esta infiltración de la tecnología, y de la lógica mercantil en nuestras relaciones personales, en la información que nos llega en el modo en cómo nos llega, y en los lugares en los que antes reinaba la estética, la artesanía o un afán de cooperación, imponiendo como únicos propósitos la eficiencia, la ambición y la competitividad”.

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