domingo, 4 de octubre de 2015

Dicen morir de amor.

La muerte. La muerte para muchas personas es sinónimo de terror, de pánico, de que esto se acaba, como cuando estas en tu montaña rusa favorita estas disfrutándolo pero se acaba. Para otras personas la muerte es encontrar la paz, dar por terminado el sufrimiento del mundo. Para mi la muerte solo es la consecuencia de la vida y la vida es una carrera a contrarreloj contra la muerte que a sabiendas que todos perdemos, todos la corremos. En tus primeros años de vida nunca imaginas que la vida tiene fin, que no es eterna que somos seres mortales, todo cuando eres niño es de colores no hay maldad solo existe el amor de tus padres, y tu mayor preocupación es que no te dejen ir a jugar con tu vecino. Por desgracia con los años la inocencia de la niñez se pierde, descubrimos la maldad, nos encontramos de frente con la muerte y aun que ya sabes que te tocará algún día nunca pensaste tenerla tan cerca. Cada 3 segundos una persona pierde la carrera contra la muerte, y nunca imaginas que dentro de 3 segundos te tocará a ti o a otra persona cercana a ti. Durante la adolescencia nos enamoramos creemos morir de amor y en cierto modo lo hacemos, ya que el amor solo es infinito mientras dura y no dura para siempre, creemos que el amor será para siempre y como todo, no lo es. También creemos morir de la risa del aburrimiento pero solo morimos de una cosa: de la vida. Cuando eres más mayor te toca preparar tu propio entierro, seguros de vida y todo eso que hará mas fácil que nos metan bajo tierra. También hay quien define la vida como un camino, lleno de rosas o piedras pero, ¿Que es la vida en realidad? ¿Es la ausencia de eternidad o la presencia de la muerte? No podemos hablar de la muerte sin hablar de la vida. La vida es reir, llorar, amar, superar, sentir, decepcionarse, gritar, saltar... El dolor es lo que nos hace sentir vivos, ¿Un poco de muerte para sentir la vida o un poco de vida para sentir la muerte? La vida es saber esperar a ver que la vida quiere vivir, actuamos expontaneamente uniendo la emoción a la razón pero ¿Se puede ser razonable con las emociones? ¿Podemos controlar lo que sentimos? ¿Podemos controlar nuestra vida? ¿Y la muerte? ¿Que será de nosotros, de ti de mi después de la muerte? Muchos se niegan a asumir que la vida se acaba con la muerte e imaginan un mundo mejor a donde vamos después de morir en este, ¿Morimos de verdad o nos vamos a un lugar mejor? ¿Existe algo mejor que esta vida?

SARA CERQUEIRA GARCÍA 1ºBAC A

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