Desde hace mucho
tiempo nos hemos hecho preguntas acerca de lo que nos rodea pero sin duda la
pregunta más común y la que más variedad de respuestas tiene es acerca de
nosotros mismos. “¿Quién soy yo?”, esa es la pregunta que nadie sabe responder
con exactitud. Aunque parece que con todos los avances científicos sabemos cómo
es nuestro interior, pero aun así estas preguntas continúan sin una respuesta clara. En el transcurso de la vida damos respuesta a
estas preguntas pero nunca lo llegamos hacer completamente. Pero por muchas respuestas
que a veces haya, vuelven a surgir una y otra vez estas preguntas.
En la respuesta de esta pregunta siempre se dan dos opciones muy distintas, una es la que opina que la identidad del ser humano está determinada de la sociedad en la que vive, y otra opción que opina que la identidad del ser humano se determina a partir de lo que te va pasando a lo largo de la vida. También hay otra opción que piensa que el origen de la identidad se encuentra en otra cosa sin relación alguna con las anteriores. La identidad del hombre se empieza a determinar una vez que empezamos a relacionarnos con otros seres humanos, cuando empezamos a ser seres sociales. Principalmente con la familia y más tarde con los amigos.
Toda identidad va cambiando y supone cambiar el punto de vista por la del otro. No se puede reconocer una identidad, si a la vez no cambias tu punto de vista por la de otra gente, es decir, ponerse en el lugar de esa persona. Respecto a esto como origen, el primer lugar en donde cada individuo necesita sentirse identificado es en su familia. Se puede decir que la identidad va evolucionando o cambiando, por eso, necesitas a alguien para que afirme que sigues siendo tú. Si tomamos en cuenta ahora en qué momento se define una determinada identidad, nos encontramos que esta se va formando a partir de experiencias vividas y, a veces de personas que vas encontrando a lo largo del tiempo, que dejan una huella en tu forma de pensar. También, de si esta rodeada de mucha gente a la hora de socializar con las personas, por ejemplo, una persona que tiene muchos amigos, la relacionas con una persona alegre y extrovertida. Pero, una que casi no tiene amigos, o directamente, no tiene, la relacionas con una persona de carácter frio, marginal y introvertida
En la respuesta de esta pregunta siempre se dan dos opciones muy distintas, una es la que opina que la identidad del ser humano está determinada de la sociedad en la que vive, y otra opción que opina que la identidad del ser humano se determina a partir de lo que te va pasando a lo largo de la vida. También hay otra opción que piensa que el origen de la identidad se encuentra en otra cosa sin relación alguna con las anteriores. La identidad del hombre se empieza a determinar una vez que empezamos a relacionarnos con otros seres humanos, cuando empezamos a ser seres sociales. Principalmente con la familia y más tarde con los amigos.
Toda identidad va cambiando y supone cambiar el punto de vista por la del otro. No se puede reconocer una identidad, si a la vez no cambias tu punto de vista por la de otra gente, es decir, ponerse en el lugar de esa persona. Respecto a esto como origen, el primer lugar en donde cada individuo necesita sentirse identificado es en su familia. Se puede decir que la identidad va evolucionando o cambiando, por eso, necesitas a alguien para que afirme que sigues siendo tú. Si tomamos en cuenta ahora en qué momento se define una determinada identidad, nos encontramos que esta se va formando a partir de experiencias vividas y, a veces de personas que vas encontrando a lo largo del tiempo, que dejan una huella en tu forma de pensar. También, de si esta rodeada de mucha gente a la hora de socializar con las personas, por ejemplo, una persona que tiene muchos amigos, la relacionas con una persona alegre y extrovertida. Pero, una que casi no tiene amigos, o directamente, no tiene, la relacionas con una persona de carácter frio, marginal y introvertida
Por otra parte,
otra gente piensa que la identidad no se forma por la sociedad que te rodea, si
no que cada personalidad está definida desde un principio, es decir, desde que
naces, que se hereda de tus padres y que está en la genética. Yo opino que si
esto fuera así dos hermanos gemelos idénticos tendrían la misma personalidad, y
no es así. A partir de este pensamiento, me he
planteado varias preguntas como por ejemplo; ¿si un hombre no hubiera tenido
relación con humanos en ningún momento de su vida cual sería su identidad? y
también ¿Si dos personas tuvieran idénticamente la misma vida, serían la misma
persona o tendrían diferentes rasgos?
Así pues, destaca Descartes, que fue un
filósofo francés .Su preocupación filosófica fue: ¿Cómo conozco lo que me
rodea? ¿En realidad puedo yo conocerlo? El mundo se caracteriza
por ser un mundo, donde hay muchos engaños, por lo que, seguramente, a lo largo
de tu vida hasta hoy, te han engañado un par de veces, lo que supone que, jamás
podrás ser verdaderamente libre o auténtico. Intenta implantarse una duda,
pero, ¿dudar de qué? Por supuesto de todo lo que pueda ser puesto en duda. ¿Con
qué fin? Con encontrar (algo que sea absoluta verdad, algo de lo que no se
pueda dudar. Empieza por dudar del principio del conocimiento, como por
ejemplo, los sentidos y la razón. Los sentidos, a veces, suelen engañarnos
hacer que percibamos cosas que a lo mejor no son como las pensamos. Y la razón,
que la lógica racional pueda decirnos. Sugiere en exagerar la duda y suponer
que existe un genio maligno, que lo sabe todo
y es muy poderoso, capaz de
engañara la gente en todo lo que él quiera. Pongamos el ejemplo, de que puede
hacerme creer que veo las cosas que veo, y que pienso las cosas que pienso;
puede engañarme al decirme que 2+2 es 4, y que arriba es arriba mientras que
abajo es abajo. Entonces, si este genio maligno puede engañarme de todo, pero absolutamente todo, ¿existe algo de lo que él no pueda engañarme? La conclusión, es que, puede engañarme en todo, pero no importa lo que él haga para engañarme, siempre que yo sea engañado, habrá algo de lo que no pueda dudar, de que pienso. Esa es la única certeza que puedo tener en realidad, mi pensamiento. Incluso si suponemos que me pongo a dudar de mi propia existencia, aquello ya es dudar, o sea, pensar. Si pienso, existo, ya que no es posible que no exista algo que piensa, pues duda de su existencia. El caso específico de "pienso luego existo." surgió de un misterio que hasta la actualidad sigue. Muchos pensadores importantes, aseguran que nosotros vivimos en un sueño. Algunos dicen que ese sueño, es el sueño de dios.
Otros dicen que estamos encajados en unos ataúdes soñando con nuestra sociedad (como en el caso de Matrix). Ahora bien, lo que sé es que soy. Pero ¿qué soy? ¿Un humano? Eso no lo puedo saber, ya que el genio maligno me engañará cuando quiera descubrirlo. Lo único que sí puedo decir es que soy una cosa que piensa. No puedo saber si lo que me rodea es real, si existe Dios, si las matemáticas son exactas, sólo puedo saber que existo.
Cristina Da Silva y Andres Comesaña
Ies Santo Tomé De Freixeiro
1ºBach. E - Filosofía
Nombre de la profesora: Elena Galkina
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