lunes, 26 de septiembre de 2016

¿Y tú, de qué lado estás? experimentación animal 1


Comentario y opinión de Sabela Botana Ríos al debate celebrado el miércoles 21 de septiembre pasado en la USC con el título: ¿Está justificado el uso de animales en experimentación científica?

En el acto participaron:
A favor el filósofo Fernando Savater y Emma Martínez-Sánchez, de la Asociación Europea para la Investigación Animal (EARA). En contra el filósofo y profesor de la USC Óscar Huerta y el abogado y miembro del comité científico del Centro para la Ética Animal de la Universidad Pompeu Fabra, Eze Paez.

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Aunque pienso que la experimentación con animales no debería estar completamente prohibida, quiero fijarme en algunos de los argumentos empleados por sus defensores, el filósofo Fernando Savater y Emma Martínez-Sanchez. De Emma conviene aclarar que a lo largo del debate se presentó como investigadora en bioquímica, pero en la web de Regueifas se dice que actualmente forma parte del gabinete de comunicación de una asociación pro-experimentación. Sus oponentes deberían haber subrayado ese aspecto, en mi opinión.

En cuanto a los argumentos señalaré dos, cuando menos discutibles:

1.- "Solo los bárbaros no son incapaces de distinguir entre ser humano y animal" (Savater). Aparte de ser un insulto apenas disimulado, el argumento exige la previa definición de "humano" y "no-humano". Y esas categorías han cambiado a lo largo de la historia. Durante siglos se discutió si las mujeres tenían alma (es decir, si eran plenamente humanas), si los negros o indios tenían los mismos derechos que los "occidentales", ... Hace menos de cien años, los nazis, en el país más culto de su tiempo, decidieron que los judíos, gitanos, eslavos y otros grupos eran "subhumanos" por lo que carecían de los mismos derechos que los arios. Este verano, visitando el campo de concentración de Sachsenhausen, a media hora de Berlín, aprendí que allí se hicieron experimentos en medicina aeronáutica con prisioneros. Estos experimentos sirvieron para salvar la vida de pilotos alemanes, y posteriormente norteamericanos. Pero hoy nos repugna saber como se obtuvo tal conocimiento. ¿Puede alguien asegurar que generaciones futuras no compartirán este sentimiento respecto a lo que se hace hoy en día? Por otro lado, imaginemos un robot dotado de inteligencia: ¿es humano? Si no lo es, porque por ejemplo no posee el ADN humano, no tiene derechos y podremos hacer con él lo que deseemos. Pero basta ver alguna película como "Inteligencia Artificial" o "Blade Runner" para sentir empatía sobre esos no-humanos, que son iguales a nosotros, si no mejores.

2.- "La investigación con animales es esencial para el avance de la ciencia" (Emma). Este argumento puede resultar poderoso, pero en realidad es débil porque justifica el presente por medio del pasado. Puesto que siempre se ha hecho así, la experimentación con animales es correcta. Por supuesto que esto es falso: el haber empleado delfines para explosionar minas anti-barco, no justifica que ahora se siga haciendo. Debería, a mi juicio, hacerse una exploración sistemática de métodos alternativos.

En conclusión, pienso que la experimentación con animales debe ser autorizada sólo para fines de conocimiento médico y, nunca en seres "próximos" al ser humano.

Sabela Botana Ríos

5 comentarios:

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  2. Para evitar que en el futuro nos arrepintamos de haber experimentado con animales como ya lo hicimos con los seres humanos, hay que basarse en criterios más objetivos, como el dolor y el placer. Como apuntaron los ponentes en contra, si no experimentamos en bebés no es porque los consideremos inteligentes, sino porque sabemos que sufren. Del mismo modo, no es ético experimentar en animales (ni próximos ni lejanos al ser humano) porque son capaces de sufrir y disfrutar. Esto sería fácil de determinar científicamente según su sistema nervioso y no daría lugar a debate.
    Con respecto al segundo punto, estoy de acuerdo con Óscar Horta en que si todavía se experimenta en animales es porque las empresas farmacéuticas no están dispuestas a invertir en métodos alternativos y me parece completamente injustificado que millones de seres sintientes sean torturados y asesinados para que una multinacional pueda obtener más beneficios.

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  3. Estoy de acuerdo en que la investigación con fines médicos debe estar permitida, al menos hasta que se encuentre una alternativa 100% efectiva. Pero está debe tener filtros, se tiene que tener en cuenta si eso que estamos investigando supone realmente el bien común o si solo se busca la comodidad de la sociedad del mundo desarrollado. Es decir, estamos buscando un medicamento que erradique el sida o una “pastilla para adelgazar”. En este sentido influye mucho los intereses económicos de las industrias farmacéuticas, ya que para ellas es más rentable vender ese complemento dietético, puesto que contará con un gran éxito en el mercado, que un medicamento que en una gran proporción será utilizado por países sin recursos económicos.
    Por tanto, el argumento de Fernando Savater en relación a la investigación contra la leucemia infantial, en mi opinión, es cierto. Sin embargo no toda la investigación está justificada.

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  4. Yo creo que la investigación con animales debería estar permitida siempre que se cumpla una condición: el número de gente a la que se ayudaría con la creación de determinado medicamento es mayor al de los animales con los que se ha tenido que experimentar. Por ejemplo, si para la creación de un fármaco que salvaría la vida de millones de personas hay que experimentar en mil animales, no hay razón por la que no se deba hacer la investigación, ya que, aunque la vida de un humano es igual de importante como la de un animal, la vida de varios humanos es mas importante que la de un solo animal (al igual que la de varios animales es más importante que la de un solo humano)

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  5. Después de asistir al debate, “Regueifas de Ciencia” de la USC, el miércoles 21 de Septiembre de 2016, tengo una lucha interna que intentaré explicar de la mejor manera posible.


    Me gustan los animales, de hecho tengo dos mascotas. Por otra parte, me parece bien cualquier cosa que ayude a salvar vidas humanas.


    Pongámonos en la siguiente situación:
    Un ser querido, cercano a nosotros, está enfermo, le quedan dos meses de vida. Hay unos estudios sobre tal enfermedad que están a punto de descubrir el tratamiento para esta misma, pero necesitan experimentar su funcionamiento, y saber si hay algún efecto secundario que impida su utilización. Para llevar a cabo dicho experimento tenemos dos opciones, probar el medicamento en animales, o en seres humanos.
    Podemos pensar que los animales no tienen que ser sacrificados por nosotros, podemos pensar que los humanos somos más importantes, podemos pensar que ellos experimentarían con nosotros si la situación estuviera dispuesta al revés. Hagamos una breve reflexión en la última frase, ¿qué pasaría si nosotros fuéramos los animales, y los animales fueran nosotros? ¿Experimentarían ellos con nosotros? ¿Antepondrían sus vidas a las nuestras?


    Una persona sana no pondría su vida en riesgo para probar un medicamento, por lo contrario, si esa persona está a las puertas de la muerte, y solo le queda esta opción, probaría el medicamento.
    Para conseguir el tratamiento hay que experimentar con diversas pruebas, lo cual se necesitan varias personas. Para esto las personas utilizamos a los animales para experimentar, gracias a eso salvamos vidas.


    Después de esta argumentación, hagámonos la siguiente pregunta:
    ¿Si la vida de un ser querido estuvieran en peligro, estarían dispuestos a experimentar con la vida de animales, para descubrir el medicamento que pueda salvar a nuestro ser querido?


    Podríamos decir que estamos ante una encrucijada como muchas que tiene la vida. Siempre hay un lado bueno y un lado malo de las cosas. Siempre se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Quedémonos con lo bueno.


    Cesáreo González Rodríguez
    4/12/2016

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