A
raíz de la entrada de Celia (Amar te puede matar), me gustaría extenderme en el
tema de las relaciones tóxicas, nacidas a partir del amor romántico que estamos obligados a ver por todas partes, ya sea
en libros, películas, series, revistas, o incluso publicidad, desde que somos
críos.
Al
mismo tiempo, el amor romántico en sí surge de la idea de que todos necesitamos
a nuestra “media naranja” para poder ser felices. La idea de que sin esa persona
no somos nada, por lo que su control
sobre nosotros está justificado. No quiere perderte, y por eso hace lo que
hace. No. Si las riendas de tu vida las toma otra persona, es solo cuestión de tiempo
que pierdas el derecho a opinar sobre lo que pasa en esta. En estos casos, la
persona pierde autonomía, autosuficiencia, autoestima y autoconfianza, y gana
impotencia ante una situación sobre la que no se siente capaz de hacer algo.
¿Es si quiera una relación cuando te
sientes sin poder y atrapado?
¿Es
una relación sana aquella que tiene como primera función “completarte”? ¿O
aquella en la que ambas personas son co-dependientes? ¿Cuando la comunicación
es agresiva? ¿Cuando gobierna el chantaje emocional?
El
amor idealizado en cine y literatura no existe. De ese tipo de amor no nace
nuestra felicidad. Es ese tipo de amor el que nos hace víctimas.
Ana
Calvo, 1ºE
A raíz de lo expuesto, dejo la siguiente pregunta para dar que pensar:
ResponderEliminar¿En qué sentido la ilusión del “amor romántico” vulnera la capacidad de las mujeres para actuar y pensar como ciudadanas de pleno derecho en una sociedad democrática?