Hoy, 11 de Febrero es el Día Internacional de la Mujer y la
Niña en la Ciencia. Este día fue proclamado en 2015 por la Asamblea General de
las Naciones Unidas con el fin de conseguir el acceso y la participación plena y
equitativa en la ciencia y
lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Con motivo de esta fecha acudimos a un acto celebrado en el instituto. Me pareció algo importante y significante que reivindicar en un lugar como es este lleno de niñas listas
para decidir su futuro, pero más que una reivindicación feminista fue una
presentación de sus trabajos como científicas.
Es visible que la discriminación hacia la mujeres existe en
la ciencia, y no es por la falta de mujeres científicas o el miedo de estas a
meterse en un “mundo de hombres”, si no por la invisibilidad que se les da.
Pensar en científicos hombres es muy fácil pero mujeres más allá de Marie Curie
no resulta tan sencillo, aún habiendo muchas de ellas como Rosalind Franklin,
Ada Lovelace, Jocelyn Bell Burnell, Inge Lehmann...
Para mi solo se salvaba una declaración del acto, una joven,
estudiante de tercero de medicina, habló poco, pero lo que dijo fue claro, al
igual que en la mayoría de los ámbitos de nuestra vida todo el poder terminaba
en manos de un grupo de hombres. Pese a que como explicó la mayoría de sus
compañeras de clase eran mujeres sus profesores eran en mayoría hombres,
como los médicos de referencia de los libros y al igual que como en este caso
en concreto explicó todas la estatuas de grandes médicos que se encuentran la
facultad de medicina, todos hombres.
Ellas decían “yo no me he sentido discriminada por el hecho
de ser mujer”, tal vez no lo vieran así, pero tener a hombres en puestos de
poder siempre será más fácil. Hasta que la visión no sea diferente, y no se
piense en la familia como algo no exclusivo de una mujer. Además de los propios
prejuicios y estereotipos de género que se arrastran desde hace siglos y que
continúan manteniendo a las niñas y mujeres alejadas de los campos relacionados
con la ciencia.
La poca visibilidad de referentes femeninos en el campo de
la ciencia que se aleja de la biología lo que hace que al no vernos reflejadas
en mujeres no nos sintamos identificadas con esta ciencia y sintamos tal vez
más reparo por ella a la hora elegir nuestro futuro, pero es además el estigma
de que la mujer es menos racional lo que nos frena.
La ciencia considerada una disciplina totalmente empírica y
basada en razones fundadas se ve como un mundo de hombres uno de los criterios
es el mito sin fundamento científico de que estos utilizan más la parte
izquierda del cerebro, lo que les hace más calculadores y más prácticos mientras
que por la contra las mujeres son simplemente seres irracionales, locas, con
los sentimientos siempre a flor de piel, histéricas incapaces de controlar sus
impulsos, ¿porque quién entiende a las mujeres verdad? Habréis escuchado un
millón de veces. Y todo esto simplemente basado en un hecho que es que el
cerebro está dividido en dos partes, la derecha, que es la más creativa e
incontrolable y la izquierda la más calculadora, que directamente nos determina
como seres diferenciados y la cual nos deja como ineptas por una razón
biológica. Cansadas estamos de escuchar que los hombres son más inteligentes,
más prácticos que nosotras mejor nos dediquemos a otros quehaceres.
Las mujeres habitan la mitad de la población mundial, al
igual que los hombres, en números deberíamos andar cerca, pero durante siglos
las investigaciones y los logros de las mujeres han quedado socavados por
hombres y es el momento de que esto cambie.
IRENE FERNÁNDEZ RAÑÓN 1º A
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