martes, 12 de febrero de 2019

El libre albedrío

EUTHEROMANÍA
    (profundo deseo de libertad)

Recientemente, me he preguntado como la imaginación nos hace creer que somos libres; pues yo en este instante he decidido redactar este comentario, y tú leerlo; a su vez decidimos donde vivimos, con quién, a dónde vamos, cómo vestimos o qué comemos. Pero, ¿y si esto no es más que fruto de nuestra percepción?

El libre albedrío, también llamado libre elección, es un tema muy controvertido ya que sostiene que las personas tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones, sin limitaciones físicas o divinas; pero ¿hasta qué punto gozamos de dicha libertad?

A mi parecer el libre albedrío es inherente en una persona, aunque esta autonomía se nos condiciona e influencia mediante estímulos, por ejemplo publicitarios o pertenecientes al determinismo.
Como bien manifiesta el filósofo Baruch Spinoza: “Las personas se creen libres porque ellas son conscientes de sus voluntades y deseos, pero son ignorantes de las causas por las cuales ellos son llevados al deseo y a la esperanza.”

Y es que el libre albedrío nos hace creer que controlamos nuestra vida y que forjamos nuestro destino mediante decisiones conscientes. Sin embargo, éste es una simple ilusión, inventada por el raciocinio humano para sentirse responsable de sus actos en un intento de justificar sus acciones inconscientes.

Según el Derecho Penal, el libre albedrío sirve de fundamento legal para el castigo de los delincuentes. Esto significa que si un individuo, al cometer un delito, ha tenido la libertad para decidir hacer el mal, entonces también ha elegido o aceptado, en consecuencia, la pena o castigo aplicado para dicho delito.

A la vez supone un tema muy ambiguo teniendo en cuenta que un menor; una persona con disfunciones mentales, o que se encuentra bajo los efectos de alguna droga, no cuenta con la capacidad suficiente como para gestionar el bien y el mal.

Decimos ser libres de escoger nuestro destino, aun no siendo cierto; pues estamos expuestos a cientos de, por ejemplo, imágenes diariamente; en la televisión, carteles publicitarios, revistas, periódicos, etc. Que van creando nuestra opinión, gustos y hasta creencias.

Según mi punto de vista, todos nacemos con un libre albedrío, que en un principio nos da la libertad de tomar decisiones sin ninguna condición. Pero con el tiempo es arrebatado por influencias externas.
                                                                                                          Sara Rodríguez Varela 1-A

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