Hace unos días hablamos en clase del
problema de la soledad. Comentamos que en el Reino Unido se ha creado un
Ministerio de la Soledad ya que el 13,7% de la población británica afirma que
“con frecuencia” o “siempre” se sienten solos. Algunos de los retos de este
nuevo Ministerio es invertir en servicios sociales, con voluntarios, activistas
y empresas. Entonces, la cuestión es, ¿por qué casi 9 millones de británicos se
sienten solos?
Bajo mi punto de vista existen dos
tipos de soledad. La primera es la soledad buscada. Hay personas que pueden
sentir disfrute ante períodos de soledad que el individuo puede utilizar para
conectar consigo mismo y así contribuir a su propio enriquecimiento. Podríamos
estar hablando de una soledad sana. Sin embargo, el otro tipo de soledad es
aquella con la que la persona experimenta situaciones de malestar y tristeza.
El individuo puede estar carente de contacto con otras personas o, aunque haya
contacto, este puede resultarle insatisfactorio. Esto último es lo que le
sucede a esos 9 millones de británicos y a millones de personas más en todo el
mundo.
Creo que la soledad es un gran
problema y, sobre todo, en nuestra sociedad actual debido al excesivo uso de
las redes sociales que hace que nos comuniquemos a través de una pantalla en
vez de ver cara a cara a la persona con la que estamos hablando y, esto hace
que a veces nos aislemos del mundo generando soledad. Por eso debemos de hacer
un uso correcto de las redes sociales y las nuevas tecnologías ya que tienen
muchas ventajas.
Pienso que una de las soluciones para
evitar problemas de soledad en un futuro es inculcarle a los niños valores
sociales orientados al fomento de la participación en la convivencia y en la
vida social.
El ser humano es un ser social, tiene
la necesidad de crear lazos afectivos con otras personas, interactuar,
cooperar, compartir proyectos o sueños… Sin esto, difícilmente podríamos
sobrevivir.
Laura Vázquez Lorenzo 1ºB BAC
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