Aunque todo el mundo asocia el término
estrés referido a diferentes problemas del mundo emocional (a la
activación exagerada del organismo, de tal manera, que este no es
capaz de soportarla o reducirla utilizando sus propias estrategias,
ya sean, psicológicas o conductuales de afrontamiento), su origen
pertenece al ámbito de la física, y hace referencia a la actuación
que ejerce una determinada fuerza sobre un cuerpo.
El médico, profesor e investigador
canadiense, Hans Selye, desarrolla la teoría del “stress” en la
que afirma que el estrés es una respuesta biológica estereotipada,
igual en todos los organismos, que se puede medir, y que implica una
serie de secreciones hormonales, responsables de reacciones
(somáticas, funcionales y orgánicas) que se presentan ante una
situación estresante. Explica que la mayoría de las veces el
organismo va a responder en armonía ante los estímulos del
ambiente, sin embargo, otras veces el organismo es incapaz de
adaptarse al medio, puesto que las respuestas exigidas son demasiado
intensas o prolongadas, y las demandas superan su resistencia y/o
adaptación, a lo que denomina “mal estrés” (estrés, en
general), y cuando esto ocurre el organismo empieza a manifestar
señales de agotamiento.
El refrán “no
dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”
es uno de los refranes más usados hoy en día, siendo su significado
más extendido el que se debe administrar correctamente el tiempo y
lograr que este rinda al máximo.
La mayoría de sus interpretaciones siguen
la línea de: no aplazar las cosas importantes por otras que no lo
son, no dejar trabajos o tareas por pereza para mañana pues ello
acarrea consecuencias negativas, que la desidia no es beneficiosa
para la salud, y la recomendación de que no se adquieran malos
hábitos.
Y todas estas interpretaciones pueden ser
vinculadas al estrés, ya que la demanda de tareas que el día a día
requiere, es
tan grande en el mundo actual, que provoca que el cuerpo sea incapaz
de mantener unos niveles óptimos o adecuados para rendir
conductualmente y psicológicamente.
¿Por qué no se utiliza más la
interpretación de aprovecha el día a día, vive el momento,
disfruta de todo aquello que el día te ofrece?
Irea Salgado Moue 1ºB Bach
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