jueves, 12 de febrero de 2015

Parémonos a pensar.

     Actualmente la mayoría de personas no nos tomamos ningún minuto al día para reflexionar sobre qué es lo que hacemos y por qué lo hacemos, sino que nos limitamos a ir de un sitio a otro rápidamente sin conocer muy bien la razón, o a hacer cosas “simplemente porque es lo que hay que hacer”. Por ejemplo, cuando vamos por la calle, estamos continuamente distraídos por carteles publicitarios, etc. y raramente pensamos por qué están ahí, sino que los consideramos normales. Algo similar ocurre con la literatura o con el cine, que simplemente tratan de entretenernos para “olvidar” nuestras preocupaciones, en lugar de hacernos reflexionar sobre diferentes aspectos de la vida.

     En la siguiente página web: http://www.donothingfor2minutes.com/ , se nos plantea una prueba de voluntad: que nos limitemos a reflexionar y no hacer nada durante dos minutos. Pese a que puede parecer una tarea fácil, la mayoría de la gente no lograría cumplirla si al mismo tiempo, por ejemplo, apareciesen mensajes en la pantalla del ordenador, puesto que sentirían que tienen el deber de abrirlos y responder, o si hubiese algún tipo de distracción en su entorno.

     Existen ya numerosos estudios científicos que prueban que la gente odia estar sola sin otra cosa que hacer que pensar, cualquiera que sea su edad, educación o la frecuencia con la que utilizan internet y las redes sociales. En uno de los estudios, para comprobar hasta qué punto los participantes odiaban no poder hacer nada, se les daba la opción de recibir pequeñas descargas eléctricas: para sorpresa todos, 12 de los 18 hombres que participaron en el test y 6 de 24 mujeres optaron por esta opción.
A continuación se muestra un vídeo que resume el estudio:




     La cuestión que me gustaría plantear con todo esto es: ¿Por qué a la mayoría no nos gusta pararnos a pensar y plantearnos preguntas incómodas, muchas veces sin respuesta, sino que preferimos la seguridad que nos aporta lo cotidiano?

No hay comentarios:

Publicar un comentario