Hace casi ya
medio año, nos levantábamos cada día con nuevas noticias sobre el brote de
ébola que arrasaba África, causando miles de muertes entre sus habitantes, y de
cómo estaba llegando a España. Sin embargo, últimamente los medios de
comunicación han decidido que hay cosas más importantes que mostrarnos, como
las elecciones del 24-M, partidos de fútbol… Esto me lleva a plantearme la
siguiente pregunta: ¿Qué ha cambiado? La
respuesta a esta pregunta es que ha cesado la amenaza de que las principales
potencias económicas mundiales pudiesen sufrir una epidemia similar a la que
estaba teniendo lugar en África.
Esta noticiade La Voz de Galicia me hizo recordar que para muchos, lo peor no es haber
sufrido el ébola para finalmente, superarlo, sino el estigma que les quedaba
(ya no vuelven a ser aceptados por sus conocidos, aquellos que no han sufrido
la enfermedad en su país y mucho menos en otros países del mundo) y el hecho de
que perdían a sus familiares, a sus seres queridos… Sin embargo, a diferencia
de cuando sentíamos que eso nos podía pasar a nosotros y se publicaba cada día
en todos los medios de comunicación un avance de la situación, ahora no se
habla de todas estas víctimas, ni se les envía ningún tipo de ayuda psicológica
para que traten de superar el horror que han vivido en el último año. Esto me
lleva a plantear la siguiente pregunta: ¿Cómo
ciudadanos del mundo, no tenemos el deber de ayudar a aquellos que a causa de
su situación económica no tienen los recursos necesarios como para, en este
caso, luchar contra una enfermedad como el ébola? Probablemente todos
respondamos afirmativamente a esta pregunta pero, ¿qué hacemos para evitarlo? Únicamente
nos dedicamos a discutir entre nosotros, en nuestras casas, con calefacción, televisión,
acceso a internet, qué sería lo que haríamos nosotros si pudiésemos, si fuésemos
un alto cargo de esto o de aquello pero, ¿acaso
no hay nada que podamos hacer?
Es también
muy destacable el hecho de que comenzamos a luchar en serio contra algo que ya
ha destrozado a casi un continente sólo cuando nos vemos amenazados. Mientras
tanto, nos limitamos a lamentarnos por ellos preguntándonos, ¿qué se le va a hacer?
En
referencia a la selección que hacen los medios de comunicación de las noticias del día, me gustaría que
pensásemos en la gran manipulación que los medios de comunicación pueden
ejercer sobre nosotros, dándonos una información y no otra, o dándonos la parte
que les interesa para que no los acusen de ocultar cosas y escondiendo el todo
de lo que realmente ocurre. A modo de finalización, me gustaría destacar el
hecho de que como ciudadanos, nuestro deber es exigir unos medios de
comunicación plurales, públicos y objetivos, a los que todos los ciudadanos del mundo tengan acceso y sin ningún tipo de procesamiento previo de la realidad en
la que vivimos.
Como bien dices, y por desgracia, los medios de comunicación también tienen sus intereses. Por esta razón, es muy complicado que llegue a nosotros una información total y objetiva de un suceso, obligándonos a tener que buscar en miles de fuentes para hallar lo que ha pasado "realmente". Las cadenas privadas no dejan de formar parte de corporaciones, empresas, que buscan beneficios (de hecho algunas como Mediaset o Atresmedia cotizan en bolsa), por lo que lo que emitan va a tener que estar condicionado por ello, para obtener ganancias han de ofrecer contenido atractivo para el público, no veracidad ni información completa. También me parece curioso, volviendo al caso de Mediaset, que figuras políticas tan influyentes como Silvio Berlusconi ( que llegó a ser Presidente del Consejo de Ministros de Italia) puedan ser accionistas, y con un gran porcentaje de las acciones, de medios de información. Es evidente que esto también puede alterar la información, puesto que a ciertos partidos políticos puede que no les interese que salgan a la luz ciertas noticias.
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