Todas las personas vivimos en el mismo mundo si nos estamos
refiriendo al espacio geográfico. Pero cada una de las personas que en el
habitan tiene sus costumbres, su lenguaje, su percepción de la realidad y
también su entorno social propio. Es
decir que la gente que vive en un país tiene diferentes modos de vida que la
que vive en otro, por lo tanto, se puede decir que viven en mundos diferentes.
Pero estas diferencias no solo se establecen por el lugar donde habitas, sino
que también, por la religión que profesas, por el lenguaje y por tus
habilidades o inquietudes.
Pero, en realidad, todas las personas del mundo vivimos
atadas a nuestras percepciones, a lo que vemos, a lo que escuchamos, a lo que
los medios de comunicación nos quieren enseñar, a nuestro entorno social. Cada
país del mundo tiene sus propios ideales que son promovidos y cumplidos por
cada una de las personas que en el habita. Por ejemplo: en China, los horarios
de trabajo son mucho más extensos que España, las vacaciones menos duraderas y
los sueldos menores, lo que provoca que los chinos sean más trabajadores, que
produzcan mayor cantidad de productos que vender y que, por lo tanto, la
economía del país sea más elevada comparada con otros. En Alemania hoy en día
hay más puestos de trabajo y menos paro debido a que, las horas de trabajo son
menos pero el sueldo es muy bajo, lo que provoca que la mayor parte de la
población tenga que tener varios trabajos para poder vivir, ya que, por el
contrario, los productos son de precio elevado.
Podemos apreciar que hay grandes diferencias entre nuestro
país y los demás. Y son estas las que provocan que el mundo más próximo que nos
rodea sea muy distinto al que se encuentra más lejano.
Da la
impresión que no vivimos en un mismo mundo porque el modo de vida es muy
distinto. Los medios de comunicación y nuestro entorno social también tienen
mucho que ver en este tema. Hoy en día somos como una multitud guiada por el concepto
de la moda, de la tecnología y de las “celebrities”. Somos muy influenciables
ante los cambios que se producen en la sociedad, actuamos como robots, hacemos
lo que la mayoría de la gente hace y no nos guiamos por lo que verdaderamente
pensamos. Por ejemplo, en el caso de la moda, cada año las tendencias cambian,
y nosotros con ellas.
Otra de las diferencias que hacen que parezca que vivamos en
diferentes mundos es el lenguaje. Este concepto se percibe cuando viajamos a
otro país donde se habla una lengua diferente a la nuestra. Si no conocemos la
suya, nos sentiremos perdidos y no entenderemos absolutamente nada. La lengua
la empleamos para comunicarnos con nuestro entorno y es un modo específico
escogido por la comunidad para nombrar las cosas que perciben y para expresar
sus pensamientos a los demás a través de las palabras. Entonces, en el
hipotético caso de que viajara a Alemania, sentiría que no encajo allí, que no
es mi mundo, que no es mi modo de vida, debido a que no puedo comunicarme con
nadie porque no entiendo su idioma. Pero estas diferencias en el lenguaje no
existen sólo entre países, sino que también dentro de la propia comunidad. Hay
variedades de la lengua que cambian según el grupo social al que uno pertenece.
Es decir, los adolescentes / jóvenes tenemos unos vocablos que empleamos entre
nosotros pero que los adultos no utilizan usualmente. Esto se denomina como
competencia pasiva y competencia activa. La competencia pasiva son aquellas
variedades de la lengua que no se emplean pero que se entienden, y la
competencia activa son aquellas que se utilizan para expresarse. Palabras como:
cunde, matizar… son vocablos empleados por la juventud, por lo tanto, para los
adultos formarían parte de su competencia pasiva.
Pero, en mi opinión, cada una de las personas que habitamos
en la tierra vivimos en nuestro propio mundo, aunque no lo expresemos. Cada uno
de nosotros tenemos nuestros propios ideales y nuestros propios gustos. Pero
como vivimos formando una gran multitud influenciada por millones de cosas cada
día, hace que nos parezcamos a la comunidad en que vivimos, y al mismo tiempo
hace que nos distingamos de los lugares que se encuentran más lejos de
nosotros.
Ana Arias Calvo
Me ha gustado mucho la parte del ensayo en la que has comparado lo distinto que es la vida en países como China y Alemania, porque eso yo lo desconocía en gran medida
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