sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Mentiras buenas y mentiras malas?



La mentira no es algo positivo para mantener o conseguir la confianza con una persona o con un grupo. Pero, en ocasiones, es beneficioso mentir para poder conseguir un propósito o simplemente para alegrar o hacer un favor a alguien. Por eso, es necesario distinguir entre mentiras buenas y mentiras malas. 
Hay situaciones complicadas en las cuales la verdad dolería, entonces se opta por mentir para no causar un daño al otro. Siempre hay que pensar en lo que puede derivar una mentira, es decir, como se sentirá la persona una vez que descubra la verdad. También hay que tener en cuenta como nos sentiremos nosotros mismos sabiendo que no estamos siendo sinceros, porque viviríamos agarrados a una mentira y siempre con el temor a ser descubiertos y a sufrir las consecuencias.
Por ejemplo: en el caso de que a un familiar se le haya diagnosticado cáncer y sólo lo sabe la familia. La cuestión es: se le dice o no? En este caso mentir no sería tan malo, porque si éste sabe el estado en que se encuentra puede sumirse en la tristeza, tirar la toalla y no disfrutar del tiempo que le queda de vida. Por lo tanto se consideraría una buena mentira, ya que se dice para no hacer daño.
Entonces, cuando una mentira es mala? 
En mi opinión es cuando mentir solo beneficia a la persona que lo hace y perjudica a todos los demás. Es decir, que miente para encubrir algo malo que ha hecho o algo que sabe que si se supiera acarrearía perder algo que posee y que verdaderamente le importa. Estoy de acuerdo en que todo el mundo tenemos fallos, pero hay que aceptarlos y asumir las consecuencias, porque si se esconden, cuando se descubran será peor que si se hubieran contado. Porque una pequeña mentira sin demasiada importancia acaba convirtiéndose en una mucho peor, y una vez descubierta volver a conseguir la confianza es muy complicado. 
Ser un mentiroso está mal visto en la sociedad. Por ejemplo, uno de los cinco preceptos morales de la religión Budista es: no mentir o hablar inapropiadamente; y dentro de los cuatro vicios, la mentira es uno de ellos. Pero, quién no ha mentido alguna vez? Todos hemos mentido y mentimos. Por lo tanto lo que hacemos es compensar nuestras mentiras con buenas actuaciones.
Una mentira mala sería, por ejemplo; ocultar que se está siendo infiel con la pareja, falsificar los datos del currículum para poder ingresar en un trabajo. Ambas son malas porque cuando se descubran provocaría, en la primera; la ruptura de la pareja y en la segunda; el despido del trabajo.
Por lo tanto la cuestión es: ¿se debe mentir, a pesar de que puede ser con buena o mala intención?
En mi opinión eso depende de los principios de cada persona, pero ante todo, cualquier tipo de mentira es mala porque provoca la duda, la desconfianza, el miedo y el sentimiento de culpabilidad.


Ana Arias Calvo


No hay comentarios:

Publicar un comentario