A la hora de tomar decisiones es importante no darle
importancia a tus sentimientos u emociones, ya que pueden incidir de forma
negativa.
Cuando vas a tomar una decisión es importante centrarse
exclusivamente en lo que sabes que has visto u oído, y es que en situaciones de
tensión, muchas veces los nervios te juegan una mala pasada y dices haber visto
cosas que en realidad no son ciertas.
Muchas veces tomamos decisiones en función de nuestros
sentimientos: en lugar de analizar las cosas con objetividad y tomar la decisión
más justa, nos dejamos llevar por nuestras emociones y la decisión que tomamos
no se ajusta a lo que debería ser en realidad. Por eso debemos dejar a un lado
nuestros sentimientos cuando vamos a tomar una decisión, pues muchas veces nos
equivocamos de veredicto por el mero hecho de guiarnos por nuestras emociones
en vez de ser justos y objetivos.
En definitiva, para tomar decisiones lo mejor es ser
objetivos y olvidarte de los sentimientos para poder juzgar con justicia y
tomar la decisión más adecuada.
Mónica
Rodeiro Lareo 1º BI Letras
Me temo que las emociones acompañan a todas nuestras decisiones por lo que no podemos dejarlas de lado, otra cosa es que es que juzguemos las emociones que generan en nosotros determinadas decisiones. Al final la razón puede intervenir en la objetividad o no de los juicios empíricos pero no en los valorativos pues no son ni verdaderos ni falsos, son juicios de valor.
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