sábado, 19 de octubre de 2013

¿Cómo pueden afectar nuestras creencias a la capacidad de razonar bien y reconocer argumentos válidos?


Nuestra capacidad de razonamiento continuamente se ve afectada por diversos factores de los que muchas veces somos inconscientes. Estos factores pueden ser la creencia, las emociones, los sentimientos, el estado de ánimo, etc.
Yo me concentraré concretamente en la creencia, pero antes de nada, ¿qué es? Entendemos por creencia la sensación de certidumbre que podemos tener sobre algo. Una creencia es una idea que alguien considera verdadera. El origen de las creencias puede ser interno (experiencia propia, pensamiento, convicciones...) o externa ( que es el mayoritario). Desde principio fuimos educados de una manera, influenciados por el entorno social, cultural y religioso. La inmensa mayoría de estas creencias la adoptamos automáticamente sin pararnos a pensar en si realmente son verdaderas. Hasta podemos llegar a un punto en el que nuestra creencia nos afecta de tal manera que no nos deja aceptar otros puntos de vista. No nos permite tener una mente abierta y por tanto acceder a la capacidad de razonar bien y reconocer argumentos válidos. Para razonar bien es necesario ser objetivo y, ¿cómo ser objetivo si el modo en el que percibimos las cosas no lo es? Es prácticamente imposible porque para dar argumentos válidos tenemos que desprendernos de todas nuestras creencias y convicciones (algo muy difícil porque es inherente a nosotros).

Un ejemplo muy claro de cómo nuestras creencias nos afectan a la hora de razonar bien es la película "Doce Hombres sin Piedad" en donde todos los hombres, excepto uno, prejuzgaron al chico considerándolo culpable. Es cierto que algunos se basaban en la pruebas que tenían, pero tampoco se pararon a pensar si esas pruebas eran realmente ciertas y válidas. Otros simplemente lo consideraron culpable porque se dejaron guiar por sus prejuicios sobre las personas que vivían en los suburbios de una ciudad. No reconocían otras opiniones en contra ( que sí habían sido argumentadas correctamente). El único personaje que no se dejaba influir por las creencias fue el protagonista. Las pruebas que se le mostraban no le parecían suficientes como para determinar si el chico era realmente culpable y se planteó "una duda razonable". No era capaz de prejuzgar al chico basándose en lo que tenía y en las creencias con las que otros le intentaban influir.Todo esto pasa también en la vida real.
Muchas veces consideramos algo como verdadero simplemente porque creemos que es así. Alguien nos dice una cosa y nosotros automáticamente podemos considerarla cierta porque nos fiamos de esa persona. No razonamos en si es cierta o no. Simplemente la asimilamos como verdadera porque no se nos ocurre la opción de que no lo sea.
Así que al preguntar si las creencias pueden afectar a la capacidad de razonar bien y reconocer argumentos válidos, estoy completamente segura que sí pueden.

1 comentario:

  1. Es interesante comenzar con la definición de qué entendemos por creencias, y más interesante resulta encontrar los ejemplos adecuados como los contraejemplos, que nos permitan ilustrar las dificultades que el tema entraña. Buen ejercicio

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