Muchas personas desconfían de las
habilidades de adivinos y videntes asegurando que sus supuestos poderes son un
timo y no sirven para nada. Sin embargo, un grupo de ciudadanos belgas no podrá
decir lo mismo después de la impactante experiencia que han vivido. Estas
personas fueron elegidas al azar en las calles de Bruselas e invitadas a
conocer a Dave, un experto en la técnica de leer mentes que supuestamente iba a
ser el protagonista de un próximo reality show. Con la lógica desconfianza que
genera la situación, los 'valientes' voluntarios accedieron a que el enigmático
personaje intentara adivinar cosas sobre ellos. El
mentalista comenzó entonces a aportar información sobre estas personas ante sus
caras de asombro.
Puedes
seguir más ejemplos en este blog:
http://es.finance.yahoo.com/blogs/findandoguerrillaes/incre-ble-mentalista-soluciona-problema-grave-114013082.html
La imaginación constituye un modo fundamental de recrear la
realidad, los publicistas se sirven de sus recursos creativos para generar
imaginarios con el fin de captar nuestra atención. En este caso la agencia
Duval Guillaume Modem ha llevado a cabo una campaña de concienciación por parte
de la asociación Febelfin con el fin de promover la seguridad de la banca
online demostrando que muchas personas no son conscientes de que no han tomado
las precauciones necesarias para mantener su información a salvo. Con
un simple ordenador, los hackers pudieron acceder a estos datos e ir
'chivándoselos' al falso mentalista a través de un transmisor.
La información constituye en la actualidad una fuente de
poder de diverso orden por lo que a tenor de los últimos escándalos de
espionaje, en especial el caso de la agencia de espionaje de EEUU,
protagonizados por los gobiernos nacionales con la complicidad de gigantes
mediáticos como Google o Appel entre otros, debemos preguntarnos: ¿Dónde y cómo trazamos el límite del derecho a la
privacidad de los ciudadanos?
Para pensar darle vueltas a esta pregunta puedes leer el
artículo de prensa No queremos
que nos desnuden del conocido
historiador y periodista británico Timothy Garton Ash
Fragmento del artículo:
El Gran Hermano nunca lo ha tenido tan fácil. ¿Por qué? En
una palabra, por la tecnología. El volumen de información privada que
compartimos en nuestro smartphone y la facilidad de acceso a esos datos que tienen hoy los
espías hacen que, a su lado, la Stasi sea una reliquia de la Edad Media. Por
desgracia, los espías no son los únicos que “leen nuestras cartas”, por usar
una expresión pasada de moda, y que siguen todos nuestros movimientos. También
lo hacen periodistas británicos que pinchan teléfonos y empresas
estadounidenses de Internet que devoran datos en busca de beneficios.
También basta con una palabra
para decir qué bien fundamental es el que está amenazado por todos esos agentes
reforzados por la tecnología: la privacidad. “La privacidad ha muerto. Hay que
hacerse a la idea”, dijo una vez, por lo visto, un directivo de Silicon Valley.
Pero algunos no estamos dispuestos a aceptarlo. Queremos que no nos desnuden
por completo. Creemos que proteger la intimidad personal es crucial, no solo
para la dignidad humana, sino también para otros dos bienes fundamentales: la
libertad y la seguridad.
El País OCT /31/ 2013
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