Las características humanas nos
hacen querer estar protegidos en todo momento. Las personas recurren a la
religión en busca de respuestas, tranquilidad y unas pautas de actuación frente
a la vida. No queremos enfrentarnos solos a ella, es demasiado compleja,
demasiado dura. ¿No nos quedamos más tranquilos sabiendo que alguien nos cuida
en todo momento? Las religiones en general, satisfacen una necesidad
psicológica profunda, que bien puede ser la soledad o el miedo.
Nos guste o no, todos tememos a
la muerte, así que en cierto modo, nos quedamos más tranquilos si Dios nos cuida
mientras estamos vivos e incluso después. La idea de dejar de vivir nos produce
una sensación terrible, en la cual no queremos ni pensar. Sin embargo, si
sabemos que si te portas bien en vida, vivirás en el cielo con Dios, nos hace
enfrentarnos a la muerte de otra forma, porque entonces la muerte no es
realmente muerte, nuestra alma sigue viva. A parte de todo esto, nos reconforta
saber que nuestros seres queridos ya fallecidos, no están solos y que algún día
nos reuniremos con ellos, para estar juntos para siempre.
En mi opinión y, con mucho
respeto a las personas creyentes, realmente creo que las religiones fueron
creadas para darnos un sentimiento de tranquilidad ante la vida, de forma que no
temamos a la muerte y podamos vivir una vida llena de felicidad y sin grandes
preocupaciones. Aunque hoy en día, la mayoría de las religiones se han vuelto
capitalistas, deformando el concepto inicial de religión. La iglesia tiene
tanto poder que asusta y, en vez de preocuparse por las personas que necesitan
ayuda, se preocupan más realizar celebraciones con el Papa y comprarse
carísimos cetros y trajes. Todo eso para predicar el compartir, cuando
realmente es la iglesia la que apenas lo hace, sin embargo, nos culpan a
nosotros.
Sara Maneiro 1º BI L
Me gusta lo que haces, participar tus reflexiones en un foro público, pero no tanto lo que dices pues, después de una introducción que puede dar pie a la reflexión, recurres a la imprudente apuesta por la opinión, no tanto como aquello de lo que dudo y supongo a partir de argumentos no concluyentes, sino como el “opino” aseveración infundada que sin embargo no me molesto en analizar.
ResponderEliminarComo ejercicio de pensamiento, la filosofía siempre ha tenido una relación de enemistad con la opinión así entendida, pues no se trata de que haya opiniones distintas, sino de que podamos entendernos conjuntamente acerca de lo que es razonable pensar y para ello se requieren argumentos.
Para empezar, ¿por qué no te detienes a pensar en lo que significa tener fe? ¿Acaso la “fe” no tiene el significado de necesitar confiar en algo o creer en alguien? ¿Por qué restringirlo exclusivamente al hecho religioso?
Lee el ejercicio de reflexión que os planteo a continuación en donde un científico solicita que tengamos fe en la ciencia y revisa esta colaboración.