lunes, 29 de septiembre de 2014

¿Realmente real?

Somos seres vivos, concretamente humanos, lo cual implica la necesidad de interactuar con el medio, para ello contamos con nuestros sentidos, transmisores del mundo, de la realidad. Sin embargo, ¿hasta qué punto podemos confiar en ellos?

Sabemos con certeza que existen los defectos en la vista, tales como la miopía o el astigmatismo, en la audición, confundiendo y malinterpretando sonidos, en el olfato, en el gusto y hasta en el tacto. Nuestros sentidos nos engañan constantemente, se encargan además de seleccionar información, simplificándonos el mundo para adaptarlo así a nuestra comprensión. Nuestra comprensión, nuestra necesidad, sí, necesidad, de entender esa realidad que, modificada o no, conforma lo que vemos, oímos, olemos, sentimos y pensamos. 

Pese a las numerosas imperfecciones de nuestros sentidos, estos constituyen nuestro único medio para percibir el mundo, por ello debemos intentar corregir determinados defectos suyos empleando la razón y la lógica para así aproximarnos a la verdad, a la realidad, al mundo, el cual, día tras día, nos llena de información, experiencias, emociones, ideas y pensamientos que, al fin y al cabo, conforman lo que somos.

Irea Mosquera Lois 1º BI-C

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