domingo, 19 de octubre de 2014

¿La ignorancia es la felicidad?


     Me gustaría reflexionar sobre esta cuestión que tanto se escucha a lo largo de nuestra vida. Mucha gente se respalda en esta afirmación para no  tratar de buscar la verdad de las cosas o aprender más sobre la vida o ellos mismos, quizás para pensar que su ignorancia está justificada y que por lo tanto no harán nada para cambiarla. Todos somos ignorantes, porque el primer error que podemos cometer es creer saberlo todo (ya lo decía el escritor estadounidense Amos Bronson Alcott: “la enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia”), pero eso no quita nuestra obligación y necesidad de buscar la verdad de las cosas.
¿Realmente vivir en una mentira nos ayudaría ser más felices? Alguien que no se plantea las cosas, que no duda de lo que le dicen y simplemente las acepta con sumisión, pasaría a ser un crédulo. Sí señores, el tonto es un crédulo.

      Introduzcámonos más en esta cuestión de la credulidad. Las personas tendemos a buscar algo en lo que creer, como en otras personas, en las cosas que nos dicen, en algo más allá de nosotros. Eso no es algo perjudicial hasta que vamos un paso más lejos. Y aquí llegamos a la cuestión, cuando uno cree en cualquier cosa que le dicen puede llegar a afectarle en su vida, y a afectar a los demás. Por ejemplo las sectas, un grupo de gente obtusa y guiada por un dogma falso que les lleva a hacer cosas que muchas veces derivan en matanzas y crímenes. En un crédulo, en un ignorante, que no es escrupuloso con sus creencias o ideas, es muy sencillo que se engendren ilusiones o engaños de la realidad que lo pongan en peligro a él y a toda la sociedad.

     Y ya no es sólo eso, sino que si una persona no se plantea los motivos de porqué actúa como lo hace, entonces viviría de forma infeliz. ¿O realmente alguien puede ser feliz sin entender porqué está triste o porqué se enfada? Muchos dirán que sí, que se puede ser feliz en la vida simplemente viviéndola. Pero eso es un engaño porque no se puede alcanzar una felicidad plena de esta forma, será feliz por momentos y disfrutará de buenas experiencias, pero también será infeliz sin saber ni siquiera el porqué. Sin comprenderse a sí mismo, y sin comprender por consiguiente a los demás.


    Ser feliz consiste en ser dueños de nosotros mismos y poder crecer libremente en nuestro interior, tal y como queremos ser. Cuando una persona no se entiende a sí misma, no sabe cuáles son sus necesidades y se encuentra perdida en su interior, no será completamente feliz. Y la solución a estos problemas es el simple hecho de pararnos a pensar y razonar, y descubrir poco a poco que hay al otro lado de la ignorancia que nos ciega, conocernos a nosotros mismos y conocer a los demás.

2 comentarios:

  1. Un ejemplo y contraejemplo de esto podría ser el tema de Papá Nöel, Los Reyes Magos y El Ratoncito Pérez.
    Los niños pueden ser felices por un tiempo creyendo en eso pero llega un momento en el que o por sí mismos se empiezan a dar cuenta de que no existen tales personajes, o que sus padres se lo cuentan para que maduren. Ahí está, salir del engaño les hace madurar.
    Pero, ¿quién privaría a los niños de esta ilusión (mentira)? Se les hace creer en algo para hacerles más felices, los niños esperan la llegada de esos días muy especiales para ellos por esta razón, hacen enormes colas para sentarse en el regazo de esos desconocidos, que para ellos son su mayor alegría.
    Y en cuanto a lo que dijiste “ Es muy sencillo que se engendren ilusiones o engaños de la realidad que lo pongan en peligro a él y a toda la sociedad.” Habría que reflexionar acerca de en qué punto empieza a ser peligroso (en el caso de que lo fuera). Realmente eso es lo que hacen los padres para decidir cuando llega el momento de que sus hijos.

    ResponderEliminar
  2. ¿Qué es realmente ser feliz? ¿Podemos aclarar una definición generalizada para todas las personas? ¿Felicidad plena?

    Se podría aclarar que ser feliz es lograr que tu cuerpo sintetice las hormonas de la felicidad y todo lo científico relacionado con ese concepto, lo que lograría unificar ese inmenso sentimiento que en muchos casos se considera inabarcable. Pero ni todos los organismos son iguales, ni todas las personas logran eses procesos del mismo modo o los entienden desde la misma perspectiva.

    ¿Por qué hablar de que ser realmente feliz es tener consciencia de la realidad? Decir que eso es así o que no, creo que va en contra de la diversidad humana. En mi opinión, lo más justo sería comentar que cada persona encontrará la felicidad en aquello que más se amolde a su forma de ser, vivir e incluso de sentir; independientemente de que sea una verdad o un engaño. Ser un crédulo y vivir en un engaño puede ser de ignorantes, pero no considero que el hecho de ser un ignorante signifique ser menos feliz o vivir una felicidad "falsa", que admitiendo la realidad. Podrás vivir una mentira, algo irreal, pero si tú como persona, como único conocedor de tus sentimientos y de tus emociones, consideras que eres feliz, que lo que sientes mayoritariamente en esa vida es felicidad, enhorabuena, eres feliz, porque el sentimiento si existe, existe, da igual el qué o el cómo se produzca.
    Ahora bien, comentas que el crédulo será feliz o infeliz sin saber por qué, ¿es eso realmente cierto? El crédulo conoce el por qué en el contexto de esa realidad falsa, que para el sujeto es completamente real, por lo que la persona SÍ conoce el o los motivos. Si estamos hablando de la felicidad de una persona, estamos hablando a la vez de su interior, y si ese mundo falso se encuentra formando parte de ese interior, desde el punto de vista personal (de él o ella), es completamente real.

    Como punto final querría comentar y tratar el concepto de felicidad plena. Me gustaría saber tu descripción de la misma y que valoraras si esa descripción se puede dar del mismo modo en una persona que vive la realidad y en otra que considera que vive la realidad, aunque no sea así. Para mí, la felicidad plena no es más que una forma de llamar y englobar al conjunto de sentimientos y emociones de alguien que goza mayoritariamente y en un nivel alto de momentos felices y de gozo, por lo que en ese concepto también aparece el sufrimiento, el dolor y la desesperación, a par con la angustia, la ansiedad y todo tipo de emociones "negativas". Si consideramos de esta forma el término, sí se podría dar en los dos casos que te he propuesto para contrastar.


    Sintetizando, una persona que viva en una realidad falsa, pero que haya interiorizado que todo lo que vive es real, y todo lo que siente es real, mantendrá los mismos sentimientos que aquella que sí viva lo que la sociedad considere como real; llegando al punto de que quizá la realidad sea más subjetiva y relativa de lo que consideramos, pero eso ya es otro punto a comentar; de este modo, creo que se puede concretar que el ignorante, el crédulo o "el tonto", puede ser igual de feliz y de mismo modo que el considerado viviente de lo real.

    La felicidad es personal, e independientemente de su origen, es felicidad.

    ResponderEliminar