jueves, 27 de noviembre de 2014

¿Te llamas Truman?


¿Alguna vez os habéis preguntado si vivís en una mentira, que el mundo que consideras real no lo es tanto como piensas? Quizás toda tu existencia está siendo manejada por otras personas con el único fin de entretenerse y ganar dinero. Puede que esto sea mucho imaginar, pero lo importante es la conclusión que se puede sacar de ello. Que un ser humano controle a otro igual le privaría de su libertad, algo que es imprescindible en la concepción del ser, porque, ¿Qué es una persona sin libertad, sin derecho a elegir? El valor de esta va más allá de cualquier beneficio que se pudiese sacar a costa de ella. ¿Se puede jugar a ser Dios, llegando al punto de poder determinar si una persona vive o no? ¿Es legítimo quitar el derecho a elegir y conocer la verdad? Sinceramente no lo creo, no hay manera de justificar estas acciones. Un ser humano debe tener la oportunidad de decidir para formarse como tal, siempre que esto no implique un daño a otra persona. Sin esta condición la vida no sería un más que un martirio, porque no hay peor castigo que la privación de la libertad. ¿Qué pensáis vosotros?


"Por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches."







5 comentarios:

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  2. Estoy muy de acuerdo contigo, un ser humano debe ser libre para poder eligir y decidir sobre su vida. La libertad es un factor determinante a la hora de formarnos y comportarnos como personas y seres humanos, sin embargo ¿hasta que punto somos libres? ¿Dónde termina nuestra libertad? Obviamente, nuestra libertad no es infinita y como señalas no podemos simplemente hacer lo que nos venga en gana, hay unos límites a nuestra libertad que no podemos simplemente ignorar.
    De este razonamiento y de tu entrada me surge otra pregunta: ¿quién delimita nuestra libertad? ¿Nosotros mismos, los demás, las leyes, la sociedad...? Quisiera terminar remitiéndome a la siguiente cita: "Nuestra libertad termina donde empieza la del otro".

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  3. Para empezar, como tú dices, no se debería de privar de libertad a nadie. Pero, ¿y aquellos seres que no pueden pensar en su libertad porque ni siquiera pueden satisfacer sus necesidades básicas? Es una situación en la que la libertad de poder vivir no está bloqueada por ellos mismos, sino que es privada por la sociedad. Algo que no les permite actuar según su forma de ser, simplemente actúan como les permite que lo hagan.
    Considero que esta libertad de la que hablamos no es esencialmente necesaria para el ser humano, sino que constituye una aspiración del mismo a la que todos deberíamos tener derecho a aspirar. Por ello, es muy importante ser conscientes de esta pregunta sobre qué o quién delimita nuestra libertad. Siempre debemos tener presente que nuestra libertad acaba donde empieza la del otro, pero, ¿es la sociedad la que limita nuestra libertad? Porque, en ese caso, nosotros, como seres pertenecientes a esa sociedad, también nos privaríamos a nosotros mismos de ella.

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  4. Personalmente, estoy muy de acuerdo con todo lo que dicho en esta entrada. En mi opinión, todo ser humano debería tener derecho a conocer todas las partes del mundo en el que habita y escoger aquellas partes que considera, desde un punto de vista moral, buenas, para así aspirar a la felicidad que, creo que debería ser aquello a lo que debemos aspirar todos y cada uno de los seres humanos. Todo este asunto de conocer el mundo en el que vivimos y plantearnos si estamos manipulados o si existe otra realidad que desconocemos, me hace en pensar en la alegoría de la caverna de Platón, en la que el filósofo griego describe a los hombres encerrados en esa cueva como seres con la mente (el conocimiento) nublada y que son felices en ese mundo irreal porque no conocen nada mejor.

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