jueves, 4 de diciembre de 2014

En el nombre del Padre, los nombres de Dios.


Salvador. Guía. Piadoso. Redentor. Pronunciamos en alto sus nombres y escuchamos todo aquello que anhelamos, su propia figura encarna la virtud. La configuración de ese alguien que recoja todo "lo bueno", que actúe como juez de "lo bueno y lo malo", de alguna manera nos tranquiliza. 
¿Dónde nace sino la necesidad de crear creencias? Para aquellos que duden de la trascendencia de la emoción, les invito a pensar cómo es que ha sido capaz de levantar la institución que más ha marcado la historia de nuestra sociedad. 
¿Podría existir religión sin emoción? Más allá de construir respuestas a las cuestiones existenciales de la humanidad, constituye en sí misma un manantial en el que fluyen los miedos de la sociedad, sus angustias, sus preocupaciones. Promesa de soluciones, alias redención, salvación. 
Podríamos considerarla una casa de sombras. Pero, ¿no es luz ese punto de apoyo del que nos servimos para configurar el camino de nuestra vida? 
De repente algo nos descoloca, nos concierne, ¿cómo buscarle explicación, solución? y es cuando, casi sin pensar, entramos ahí corriendo, escapamos de la lluvia y nos ponemos a cubierto: "nos acogemos a sagrado" y cerramos los ojos. Necesitamos un confidente, alguien que nos diga que estemos tranquilos, que nos regale el perdón absoluto: que nos deje la conciencia tranquila. ¿Pueden considerarse nuestras creencias excusas para no pensar?
Aida Carril Barcia 1ºBI

6 comentarios:

  1. La creencia religiosa podrá haber sido fruto de muchas inquietudes e incluso de la búsqueda de muchas otras metas. Todo ello viene promovido por nuestro interior, somos nosotros quienes lo buscamos, por lo que debe existir un interés hacia ello, y como todo interés, cierta emoción.
    No es la naturaleza a quién se debe culpar, pues no se da en otras especies (que haya consciencia), y tampoco a una fórmula matemática, pero entonces, ¿a quién? No es otra sino nuestra condición de anhelo, de sentir y de poder reflexionar hacia ello. Si fuésemos seres carentes de emoción, no, no existiría nada que nos moviera hacia esa consciencia de fe.
    La última pregunta que fórmulas es muy interesante a la par que compleja.
    No es negable el hecho de que toda religión nos aleja de cierto pensar, ayuda a una sencillez de la vida, su comprensión y de la propia existencia. Trata de cubrir los mayores problemas que el ser humano se lleva cuestionando a lo largo de la historia, simplificándolos. Pero por otra parte, ¿realmente es utilizada la religión en su sentido mundano como un elixir ante la enfermedad del pensar? ¿O es en su defecto un calmante con función de tranquilizar? Seguramente consista en una simbiosis entre ambos, manteniendo relaciones mutuas sin las cuales se produciría la ruptura de la misma.
    Ocultar la preocupación y la lucha de la reflexión para lograr el placentero sendero de lo ideal e idílico.

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  2. Como muy bien señaláis ambos en vuestras intervenciones, las religiones buscan en muchas ocasiones respuestas a esas preguntas tan complejas sobre la existencia del mundo o de la situación del ser humano dentro del universo. Respecto a la pregunta de si las religiones nos encaminan a buscar una respuesta a estas cuestiones de tan difícil respuesta o simplemente nos imponen las soluciones para calmar nuestra conciencia, creo que es más bien esto último lo que tratan de hacer las religiones. Es decir, nos imponen creencias sobre qué es lo bueno qué es lo malo, o pecado, lo que nos llevará al "infierno" y dependiendo de si nos hemos criado en un entorno u otro lo que consideremos moralmente bueno o malo variará porque así nos hemos criado. Sin embargo, desde mi punto de vista, se nos debería educar para que fuésemos nosotros mismos los que buscásemos las claves para hallar lo correcto y lo incorrecto y para tratar de responder a las preguntas tan complejas que surgen en nuestros pensamientos sobre la existencia, el origen del mundo... Además, el hecho de pensar por nosotros mismos nos hace menos manipulables, porque cuando siempre nos están diciendo lo que tenemos que hacer desde fuera lo hacemos sin plantearnos porqué lo deberíamos hacer.

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  4. Es muy importante esa idea de "el hecho de pensar por nosotros mismos nos hace menos manipulables"; ¿será este el propósito enmascarado de las religiones?. Desde mi punto de vista, claramente sí. Es mucho menos laborioso controlar a alguien de forma que haga lo que tú consideras correcto, es decir, imponer tu propio pensamiento a otros, que dejar que cada uno formule sus preguntas y busque sus respuestas. Desafortunadamente, son personas débiles las que no son capaces de reflexionar por sí mismas, o incluso les resulta poco útil pensar por sí mismos, teniendo en cuenta de que ya lo hacen por ellos. Son estos individuos los buscados por las religiones, que los invitan a protegerse en sus creencias, prometiéndoles un futuro maravilloso a cambio de que creas y seas fiel a ello.
    Y todas esas preguntas de necesaria respuesta, que aparentemente te resuelven las religiones, derivan de lo que uno siente al enfrentarse ante ellas. Uno se pregunta, "¿Qué me pasará cuando muera?" y pueden contestarle:"Mientras seas fiel a nuestras creencias, vivirás eternamente en un paraíso sin preocupaciones, en el que estarás a salvo de infieles y criminales". ¿Qué ocurrirá cuando esto no suceda? En este caso concreto, no se sabe con exactitud que va a pasar, pero, ¿y si uno se encuentra con que el maravilloso mundo que le han ofrecido es una simple nube de mentiras? Puede que tenga dos opciones, o reflexionar por sí mismo, o adentrarse en otro mundo de creencias, con tal de no tener que enfrentarse a sus miedos.

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  5. En la antigüedad, cuando todavía no se podía explicar el por qué de muchas cosas, se creó la religión, seguramente con el fin de intentar responder a unas preguntas irrespondibles en la época, pero no ahora. Por ejemplo, la verosimilitud del Darwinismo hace que la teoría fijista en la que Dios creó todo tal y como es parezca bastante improbable.Por tanto, desde un punto de vista más o menos científico, podría decirse que a lo que nosotros llamamos "Dios", es simplemente la energía que provocó el Big Bang que acabó en la creación de nuestro planeta y que ese cielo y ese infierno del que habla la Biblia no sea otra cosa que nuestra conciencia, que según la tengamos nos hará estar en un estado u otro. En conclusión, quizás cuando en un futuro sepamos todo acerca del mundo que nos rodea, la religión deje de ser necesaria.

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  6. Aunque estoy de acuerdo con vosotrxs en la mayoría de los puntos, he de mostrar mi desacuerdo con Ouxin en su última afirmación: "En conclusión, quizás cuando en un futuro sepamos todo acerca del mundo que nos rodea, la religión deje de ser necesaria." ¿De verdad crees que todas las respuestas que nos plantea la disciplina filosófica de la metafísica pueden ser respondidas por medio de la ciencia? Esta pregunta, cabe resaltar, viene de mí como persona atea y que cree firmemente en la importancia de la ciencia como única vía para descubrir grandes verdades. Sin embargo, el tema de la vida (o no) después de la muerte, o el motivo de la existencia de 'algo' en vez de nada, o la pregunta de si hay una realidad fuera de la nuestra, en un nivel superior, son cosas que quedan muy lejos de nuestro alcance, al menos ahora.
    Pero, incluso si la ciencia consiguiese responder a estas preguntas de las que todos queremos saber las respuestas, parecemos olvidar que hay otra parte de la religión que se le impone a los creyentes, y esta sí que no puede ser respondida por medio de datos empíricos: la moral, la ética. Las religiones se han ocupado desde sus inicios de decirle a sus seguidores qué deben hacer, cómo se deben comportar, qué está bien y qué está mal. En este sentido, son un instrumento realmente importante de control de masas, y eso se puede ver históricamente en cómo, por ejemplo, los monarcas españoles siempre quisieron tener de su lado a la Iglesia. Cosa que, no sé si os habíais dado cuenta, pero sigue pasando.
    No creo que las religiones estén destinadas a desaparecer, y tampoco veo motivos para que lo hagan mientras exista una separación entre estas y el Estado, que de momento está claro que no se ha alcanzado.

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