martes, 9 de diciembre de 2014

Los sentidos y nuestro conocimiento de la realidad

Los sentidos son algo que en todo momento utilizamos, pues con ellos podemos saborear el te o café que nos tomamos cada mañana, sentir si este café o té está frío o caliente o si olemos humo saber que hay un incendio... y así podríamos seguir infinitamente. Pero, ¿en que medida nos proporcionan un conocimiento verdadero de la realidad? Antes de responder a esta pregunta es necesario formularnos otras como ¿que es un sentido? o ¿cuales son mis sentidos?
Si preguntamos que son los sentidos a alguien es muy probable que nos responda “pues son los ojos, la nariz, la boca...” o “eso con lo que sentimos”, pero ¿son estas definiciones válidas para sentido? Podemos definir sentido como el proceso fisiológico producido en el cerebro, de recepción y reconocimiento de sensaciones y estímulos internos o externos que se produce a través de ciertos receptores externos o internos.
Esta definición deja muy abierto el significado de sentido, así, podemos entender que existen mas de esos cinco sentidos tradicionales (tacto, vista, oído, gusto y olfato). Este hecho ha sido estudiado por muchos investigadores que han llegado a la conclusión de que también podemos llamarle sentidos a la presión, la tensión, los quimioreceptores, la sed, el hambre... Incluso uno de ellos, el filósofo Rudolf Steiner, llegó a considerar sentidos también a la palabra ajena o al pensamiento ajeno.
Con toda esta información como base, ya podemos responder (o al menos intentar hacerlo) la cuestión principal de la entrada, para ello me voy a centrar en los sentidos o receptores exteriores, que nos pueden ayudar a entender mejor la pregunta.
Tenemos que entender que nuestro cuerpo no es perfecto y que nuestros órganos nunca van a funcionar igual. Los sentidos no son una excepción. Un ejemplo puede ser la vista, según la disposición de ciertos organillos o aparatos en el ojo, no vamos a percibir los mismos colores o ver las cosas con el mismo tamaño. El olfato también nos puede servir como ejemplo, pues existen personas que tienen este sentido más desarrollado que los otros. Según esto llegamos a la conclusión de que para percibir los mismos estímulos debemos de ser todos iguales, con los todos los sentidos igual de desarrollados es decir, clones. Pero, hasta que sea posible clonar humanos debemos conformarnos con un conocimiento de la realidad que es verdadero y a la vez diferente para cada uno de nosotros.

3 comentarios:

  1. Me llama la atención de tu entrada, la definición dada de sentido: "proceso producido por el cerebro". Resulta llamativo que en el fondo los sentidos son exclusivos e individuales, propios de nuestro cerebro. El solipsismo plantea precisamente esta idea: que todo conocimiento es imposible de ser compartido y por tanto verdadero. Mas si este planteamiento es considerado válido, no podremos llegar nunca al CONOCIMIENTO, pues este es exclusivo de cada individuo. Resulta una idea tan interesante como perturbadora...

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  2. Así es. Muchas gracias por tu aportación.

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  3. No me importa para nada de esto

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