El saber
manejar nuestras emociones y sentimientos es algo a lo que todos debemos
aspirar para tener una vida feliz y de calidad.
La frase
“quien te enfada, te domina” resume perfectamente el tema que me gustaría
tratar sobre las emociones. Creo que cuando una persona nos insulta simplemente
para intentar enfadarnos, y nosotros respondemos ante lo que nos dice, estamos
entrando en una espiral que acabará por agotarnos y únicamente divertirá a la
otra persona, que se sentirá poderosa por haber podido manipularnos y conseguir
que mostremos nuestra peor cara ante los demás. Pero, lo que la mayoría
pensamos en una situación parecida, en la que nos atacan por medio del
lenguaje, es: ¿Cómo no voy a responder a estas provocaciones? Porque, si no lo
hago, sólo pareceré más débil. Pues bien, lo que tenemos que pensar es justo lo
contrario: Igual que, por ejemplo, cuando decidimos no aceptar un regalo o no
leer un determinado libro… lo que hay en su interior no nos afecta simplemente porque
no podemos saber lo que había ahí dentro. Para manejar nuestras emociones en
este tipo de situaciones con eficacia debemos hacer exactamente lo mismo que
con el regalo que no aceptamos, porque así no nos van afectar de ningún modo.
En lugar de
parecer más débiles si hacemos esto, únicamente somos más fuertes y en vez de
enfadarnos nosotros, quien se enfada es la persona que no ha logrado sacarnos
de quicio, porque no ha logrado conseguir su fin, que era manipularnos.
Muy de acuerdo con tu opinión y forma de verlo. Primero de todo recalcar que la mayoría de esos insultos, de esas frases cuya intención es el llamar la intención de un grupo o individuo concreto, carecen de argumentos. No existe una base para su realización en cara a una evolución, sino que son meros transportes a la hora de conseguir dicho fin.
ResponderEliminarComo ya se ha comentado en gran cantidad de ocasiones, el conocimiento no se puede producir en el discurso o el habla de una persona carente de argumentos o explicaciones lógicas y racionales, por lo que, ¿qué conseguimos si respondemos a ello?
En mi opinión el posible y seguramente más probable de comenzar una lucha ante ello es perder, dejar que adquieran como tú muy bien comentas, nuestro propio control. Darles la oportunidad a manejarnos a su antojo. Pero a pesar de ello, nunca hay que entenderlo así en su plenitud, cada individuo debe ser capaz de valorar la situación y sacar en conclusión si le merece la pena intervenir o no. Quizá sea una autoridad de rango mayor la necesaria, pero si son meras palabras que pueden no causar un gran inconveniente en el día a día, dejemos que no sean más que eso.