sábado, 24 de enero de 2015

¡Hazme una pregunta!

En una entrada anterior se comentaba el daño que podían hacernos las redes sociales si nuestra información caía en manos no deseadas pero... ¿Somos conscientes del daño que podemos hacer nosotros a los demás con nuestras publicaciones?

Pongamos por ejemplo ask, una red social en la que se nos hacen preguntas anónimamente con el fin de saber más sobre nosotros.Si bien es cierto que muchas veces lo único que hacen los anónimos es criticarnos, otras veces nos preguntan cosas sobre nuestra vida personal, nuestros gustos y lo que opinamos sobre los demás.

Hasta ahí quería llegar yo. El otro día, sin ir más lejos, me encontré con cierta persona a la que le preguntaban quién le parecía guapo/a y quién no de una lista. Está bien, si eres de esa gente que le ha parecido guapo/a puedes sentirte hasta halagado, si eres de los que ha sido calificado/a como normal, puede resultarte indiferente; ¿Y aquellos a los que llama feos/as? ¿Qué pasa con ellos? ¿No sería lógico que se sintiesen ofendidos? ¿Quiénes nos creemos que somos para opinar sobre el físico de los demás, para colmo, por Internet? Realmente, no somos nadie.



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