Anteriormente en clase
hemos hablado de la verdad. Qué es la verdad y cómo podemos saber cuál es la
veracidad de unos hechos. Habiendo tratado este tema, y tomando como referencia
la película Matrix y los textos trabajados en clase, es lógico que nos paremos
a pensar sobre la realidad.
En un principio, parece
que lo que vivimos es real, es lo único que conocemos. Pero no es ninguna
novedad el hecho de que nuestros sentidos nos engañan, un ejemplo muy conocido
fue una foto de un vestido que se volvió viral, ya que había personas que lo
veían blanco y dorado, y otras negro y azul. Se llegó incluso a especular que
quien percibía unos colores tenían una
personalidad y los que lo percibían de otros, otra. Sabiendo esto, si nuestros
sentidos nos traicionan con algo tan insignificante, no es tan descabellado
creer que lo que nos rodea, nuestra realidad, no es real. ¿Y si lo que
consideramos como realidad, no fuera real? Si nuestra realidad fuera real, pero
nosotros creáramos un universo simulado ¿qué utilidad tendría? Si nos
encontramos en un universo simulado ¿quién lo maneja? ¿o acaso puede funcionar
sin que nadie lo dirija? ¿qué pasaría si detectamos el fallo que nos informa de
la falsedad de nuestra realidad?
“1. Existencia real y
efectiva de algo.
2. Verdad, lo que ocurre
verdaderamente.
3. Lo que es efectivo o
tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico e ilusorio.”
Estas son las definicion
de realidad que da la RAE, y según las cuales, lo real es aquello veraz. En
base a esto nos vemos casi obligados a plantearnos si lo que nos rodea es real,
y por ello verdad. Supuestamente lo que veo es real, ya sea porque lo veo yo,
porque los demás también lo ven o porque podemos sentirlo; sin embargo, estos
hechos en los que nos basamos para hacer una afirmación de que lo veo es real,
no son fiables. Mi vista, al igual que el resto de mis sentidos, no puedo
asegurar que sea exacta, lo que veo y lo que creo ver son dos cosas muy
distintas, y un ejemplo muy simple de ello son algunas de las obras de René
Magritte, o también la gente con alucinaciones que creen ver seres o cosas que
en verdad no ven. Al respecto de que lo vean los demás: puede que no lo vean y
sólo estén mintiendo o afirmando lo que yo digo, por el motivo que sea (esto
sucede a menudo con los niños pequeños y sus amigos imaginarios, los
progenitores afirman a sus hijos que ven al amigo del pequeño para empatizar
con él), y si partimos de que ellos también lo ven, quizás solo es una
experiencia simulada compartida, como una atracción común en las fiestas
locales El simulador en el que un grupo de gente entra en algo similar a un
vagón y en una pantalla ven como, por ejemplo, montan en una montaña rusa, en
este caso saben que es sólo una simulación pero todos han vivido la experiencia
de estar en una montaña rusa. Como se ha mencionado antes, nuestros sentidos
nos engañan, así que la afirmación de que lo que veo es real porque puedo
sentirlo no es certero, si me tapan la nariz y los ojos posiblemente no sea capaz
de diferenciar el sabor de una manzana del de una cebolla, con lo cual no
debería fiarme de lo que creo sentir. Ultimamente se han concluido diferentes
argumentos en los cuales todo nuestro universo se sitúa en un ordenador de mesa
que lo controla todo, y si lo pensamos bien, puede que no seamos más que
simples ordenadores, mejor dicho, robots. En el texto trabajado en clase de ‘’¿Puede
ser humano un robot?’’ nos presentan al personaje de Muñequita que es un robot,
pero ella no lo sabía hasta el momento, pues sentía al igual que el resto de
las personas humanas. Si lo que sentimos se basa en química e impulsos
eléctricos, parece que aparentemente no somos tan diferentes a los robots. Tal
vez es lo seamos. Tal vez mañana alguien nos diga que somos robots, y será
entonces cuando empecemos a plantearnos de verdad el significado del ser humano
y lo que ello significa.
En el caso de que lo que
vivimos es la realidad, con los avances tecnológicos puede que dentro de unos
años seamos capaces de crear universos simulados, como Matrix. En ese caso,
nuestra duda es cuál sería la utilidad de hacer esto. Podemos especular: la
primera finalidad que se me ocurre es para el entretenimiento de la gente, algo
como Los juegos del hambre o El show de Truman; también podrían ser las nuevas
cárceles, en las cuales se aseguraría la seguridad de la gente libre ya que los
presos no sabrían que su realidad no es más que una simple ilusión. También
tendría utilidades científicas, puesto que nos permitiría simular diferentes
realidades para poder demostrar teorías sin resolverse (la teoría de cuerdas),
poder experimentar con la medicina
moderna (tratamientos de enfermedades terminales)… A su vez esto supondría un
ético en el que se nos plantearía si será lo correcto jugar a ser Dios. Aunque
según el texto de Vivir en una cubeta , ya hemos sido capaces de crear una
realidad virtual mediante el estímulo al cerebro mediante electrodos, la
función de este es mantener un cerebro con vida celular .
Ahora supongamos lo
contrario, si nuestra realidad tan sólo es un universo simulado nos preguntamos
quién lo controla. Esta pregunta surge de la primera ley de Newton, según la
cual: “Un cuerpo en reposo, permanece en reposo hasta que no se le aplique una
fuerza externa”. Basándonos en esto debe haber algo o alguien que aplique una
fuerza para que nuestra aparente realidad no permanezca en reposo. A esta
cuestión, cualquier religioso respondería que su dios es quien maneja la
realidad, mas independientemente de cuál fuese la religión todas tendrían en
común el hecho de que su dios es humano, y esta es una idea muy prepotente. Tal
vez, quien nos maneja a su antojo es otro tipo de ser vivo, o inerte, un
mecanismo o sistema, o incluso una masa inteligente donde se han introducido
una serie de instrucciones previas. Sea
quien sea, la opción de que la respuesta fuera “nadie” parece un tanto
catastrofista, es decir, si no hay algo responsable del funcionamiento del
universo simulado, aparece la posibilidad de que éste sea como un tren a punto
de estrellarse en cualquier momento.
Siguiendo con la
hipótesis de que nos hayamos en un universo simulado. Ya hemos comprobado que
no nos podemos fiar de lo que creemos que es real, todo tiene dos caras y
normalmente sólo vemos una, a lo mejor esa otra es un fallo que quien sea capaz
de verla será capaz de darse cuenta de que formamos parte de un universo
simulado, o no. Si fuera así supondría un cambio radical el cual cambiaría
completamente el concepto que tenemos de universo y vida tal como la conocemos
desde un punto de vista científico y filosófico. Como consecuencia se harían
nuevas investigaciones científicas y corrientes filosóficas cuyo objetivo
principal sería descubrir cómo es la
verdadera realidad y que parámetros delimitan nuestra realidad.
En resumen, lo único que
podemos acatar es: aceptar nuestra existencia tal como la conocemos,
independientemente de que fuese o no fuese real , o plantear diferentes hipótesis y demostrarlas dando una respuesta
a qué somos, qué nos deparará el futuro, cuál fue nuestro comienzo y cuál es el
fin que nuestra existencia representa.
Pero quién sabe, a lo
mejor nuestro universo es una célula de un ser vivo que, como actualmente
sabemos, tienen un comienzo; nuestro Big Bang, y tendrá una muerte; la
destrucción de nuestro universo.
Sati-Deva Cancelas Moldes y Jorge Posada Soto
1º BACHILLERATO - A
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