lunes, 29 de febrero de 2016

¿Quién soy yo?


Antes de comenzar con la cuestión principal de esta disertación, deberíamos preguntarnos qué es la identidad personal. La identidad personal es un conjunto de rasgos, tantos físicos como psíquicos, que caracterizan a un sujeto frente a los demás. Es decir, la identidad personal es todo aquello que nos define como individuos y que hace que nos reconozcamos a nosotros mismos. Además, es un proceso de intercambio en el que las personas que conviven se muestran, se analizan, se comparan y se aprueban o desaprueban entre sí, estableciendo estrategias para lograr el reconocimiento social a través de la expresión de ideas, sentimientos, creencias y valores, por lo que se podría decir que la identidad de una persona siempre se está moldeando; es un proceso que nunca acaba.


Pero, ¿cuáles son realmente los factores que condicionan y determinan nuestra identidad?


Por una parte podríamos hablar de los rasgos físicos, generales, como color de piel, sexo, altura, constitución, color del pelo, etc., y otros más específicos de cada persona, como la voz, forma de caminar, el rostro, etc. Todos estos rasgos son los que nos ayudan a diferenciar a una persona de otra.

Tan importantes como los rasgos físicos son las características psicológicas que definen la personalidad de esa persona y que configuran plenamente la identidad del individuo.

Imaginemos por un momento que a alguien que conocemos le realizasen un trasplante de cerebro. Esa persona evidentemente conservaría sus rasgos físicos, pero su forma de comportarse sería completamente distinta, a tal punto que podríamos decir que para nosotros es un completo desconocido. Habría perdido la identidad para nosotros, y al mismo tiempo el cerebro que se encuentra en un cuerpo nuevo también habría perdido su identidad, ya que el nuevo cuerpo no se corresponde con su cuerpo anterior. El trasplante de cerebro no es posible en la actualidad, pero si lo fuera uno podría ver el cuerpo como el mero instrumento utilizado por el cerebro para interactuar con todo lo que le rodea. Uno podría utilizar un mismo cerebro en distintos cuerpos. En este supuesto se podría afirmar que tenemos un cuerpo en lugar de somos un cuerpo.


Nuestra identidad cambia con el paso de los años. Nuestros rasgos físicos se alteran simplemente por el envejecimiento, enfermedades… Y nuestra personalidad también se ve afectada por el entorno en el que vivimos: personas con las que nos relacionamos habitualmente, medios de comunicación, vivencias o experiencias de cada uno, personas que nos gustan, etc. Estos cambios se pueden producir de forma paulatina e involuntaria, o por el contrario de forma intencionada. Nos referimos a cambios estéticos, o incluso más profundos, como el cambio de sexo. Por ejemplo, en Irán actualmente está de moda que la gente más adinerada se haga operaciones de cirugía estética, desde hacerse un “pequeño” retoque hasta grandes operaciones para parecerse a gente famosa. Algunos iraníes, sobre todo los que residen fuera de Irán, buscan occidentalizar sus rasgos. Las personas operadas de la nariz en Irán no lo ocultan y es común ver por las calles de Teherán a mujeres y hombres con los vendajes postoperatorios. Las señales se la cirugía se muestran con orgullo o como señal de status social e incluso se cuenta que algunos jóvenes no operados se aplican las vendas para que lo parezca.  Y aunque parezca una locura, también hay gente que acude a la cirugía para parecerse a animales, como es el caso de la mujer gato, Jocelyn Wildenstein. Jocelyn se hizo muchas cirugías. Al principio lo hizo para complacer a su marido, ya que a él le gustan los gatos grandes, y ella quiso parecerse a uno de ellos. Aunque para casi todos nosotros nos parezca un monstruo, ella se ve y se siente muy hermosa.


Otro ejemplo que seguramente todo el mundo conozca es el de Michael Jackson. Considerado el Rey del Pop, con una vida llena de éxitos y con una gran fortuna, decidió que ya no quería ser estéticamente de su raza, y decidió entonces someterse a tratamientos extremos para cambiar sus rasgos físicos e incluso el color de su piel. A pesar de la fabulosa vida que semejaba llevar, en el fondo no se sentía bien consigo mismo.

Por otra parte, hay cambios que no vienen influenciados por los demás, sino que nacen en uno mismo. Hablamos por ejemplo de la transexualidad. Las personas transexuales que nacen siendo mujeres se sienten hombres, y aquellas que nacen hombres se sienten mujeres. Viven en un cuerpo que no sienten como suyo, llegando a afirmar que “viven en el cuerpo de otra persona”. Es por eso que deciden buscar esa identidad que tanto desean, sometiéndose a operaciones para cambiar de sexo.

Estos ejemplos muestran que la identidad de la persona es un proceso continuo que puede estar sujeto a múltiples cambios, sean voluntarios o involuntarios, y que estos cambios pueden ser tan extremos que nos pueden llevar paradójicamente a perder nuestra identidad. Todo esto nos lleva a pensar que es muy difícil llegar a conocer a una persona, porque muchas veces hasta es difícil llegar a conocernos nosotros mismos.



-          Bibliografía
Baggini, Julián.  El cerdo que quería ser jamón.
2007, Barcelona. Edit. Paidós.
Texto: Amnesia total
Fecha de consulta: 14-1-16

Cave, Peter. ¿Puede ser un humano un robot?
2009, Edit. Ariel.
Fecha de consulta: 14-1-16

-          Web de filosofía
Spinoza, Web
Fecha de consulta: 21-2-16

-          Literatura filosófica adaptada a 1º Bach.
Savater, Fernando.  “Las preguntas de la vida”
Capítulo 3
Fecha de consulta: 21-2-16

-          ABC.es
La mujer gato
Fecha de consulta: 21-2-16
Enlace:

-          Larevistadecirugiaestetica.com
Rinoplastia en Irán
Fecha de consulta: 21-2-16
Enlace:
http://www.larevistadecirugiaestetica.com/2009/08/cirugia-estetica-en-iran.html

Sara Mato Torre y Jacobo Asenjo Pérez, 1ºBACH. A                          29 - 2 - 16 

No hay comentarios:

Publicar un comentario