Antes de comenzar con la cuestión principal de esta disertación, deberíamos preguntarnos qué es la identidad personal. La identidad personal es un conjunto de rasgos, tantos físicos como psíquicos, que caracterizan a un sujeto frente a los demás. Es decir, la identidad personal es todo aquello que nos define como individuos y que hace que nos reconozcamos a nosotros mismos. Además, es un proceso de intercambio en el que las personas que conviven se muestran, se analizan, se comparan y se aprueban o desaprueban entre sí, estableciendo estrategias para lograr el reconocimiento social a través de la expresión de ideas, sentimientos, creencias y valores, por lo que se podría decir que la identidad de una persona siempre se está moldeando; es un proceso que nunca acaba.
Pero, ¿cuáles son realmente los factores que condicionan y
determinan nuestra identidad?
Por una parte podríamos hablar de los rasgos físicos,
generales, como color de piel, sexo, altura, constitución, color del pelo,
etc., y otros más específicos de cada persona, como la voz, forma de caminar,
el rostro, etc. Todos estos rasgos son los que nos ayudan a diferenciar a una
persona de otra.
Tan importantes como los rasgos físicos son las
características psicológicas que definen la personalidad de esa persona y que
configuran plenamente la identidad del individuo.
Imaginemos por un momento que a alguien que conocemos le
realizasen un trasplante de cerebro. Esa persona evidentemente conservaría sus
rasgos físicos, pero su forma de comportarse sería completamente distinta, a
tal punto que podríamos decir que para nosotros es un completo desconocido.
Habría perdido la identidad para nosotros, y al mismo tiempo el cerebro que se
encuentra en un cuerpo nuevo también habría perdido su identidad, ya que el
nuevo cuerpo no se corresponde con su cuerpo anterior. El trasplante de cerebro
no es posible en la actualidad, pero si lo fuera uno podría ver el cuerpo como
el mero instrumento utilizado por el cerebro para interactuar con todo lo que
le rodea. Uno podría utilizar un mismo cerebro en distintos cuerpos. En este
supuesto se podría afirmar que tenemos un cuerpo en lugar de somos un cuerpo.
Nuestra identidad cambia con el paso de los años. Nuestros
rasgos físicos se alteran simplemente por el envejecimiento, enfermedades… Y
nuestra personalidad también se ve afectada por el entorno en el que vivimos:
personas con las que nos relacionamos habitualmente, medios de comunicación,
vivencias o experiencias de cada uno, personas que nos gustan, etc. Estos
cambios se pueden producir de forma paulatina e involuntaria, o por el
contrario de forma intencionada. Nos referimos a cambios estéticos, o incluso
más profundos, como el cambio de sexo. Por ejemplo, en Irán actualmente está de
moda que la gente más adinerada se haga operaciones de cirugía estética, desde
hacerse un “pequeño” retoque hasta grandes operaciones para parecerse a gente
famosa. Algunos iraníes, sobre todo los que residen fuera de Irán, buscan
occidentalizar sus rasgos. Las personas operadas de la nariz en Irán no lo
ocultan y es común ver por las calles de Teherán a mujeres y hombres con los
vendajes postoperatorios. Las señales se la cirugía se muestran con orgullo o
como señal de status social e incluso se cuenta que algunos jóvenes no operados
se aplican las vendas para que lo parezca. Y aunque parezca una locura, también hay gente
que acude a la cirugía para parecerse a animales, como es el caso de la mujer
gato, Jocelyn Wildenstein. Jocelyn se hizo muchas cirugías. Al principio lo
hizo para complacer a su marido, ya que a él le gustan los gatos grandes, y
ella quiso parecerse a uno de ellos. Aunque para casi todos nosotros nos
parezca un monstruo, ella se ve y se siente muy hermosa.
Otro ejemplo que seguramente todo el mundo conozca es el de
Michael Jackson. Considerado el Rey del Pop, con una vida llena de éxitos y con
una gran fortuna, decidió que ya no quería ser estéticamente de su raza, y
decidió entonces someterse a tratamientos extremos para cambiar sus rasgos
físicos e incluso el color de su piel. A pesar de la fabulosa vida que semejaba
llevar, en el fondo no se sentía bien consigo mismo.
Por otra parte, hay cambios que no vienen influenciados por
los demás, sino que nacen en uno mismo. Hablamos por ejemplo de la
transexualidad. Las personas transexuales que nacen siendo mujeres se sienten
hombres, y aquellas que nacen hombres se sienten mujeres. Viven en un cuerpo
que no sienten como suyo, llegando a afirmar que “viven en el cuerpo de otra
persona”. Es por eso que deciden buscar esa identidad que tanto desean,
sometiéndose a operaciones para cambiar de sexo.
Estos ejemplos muestran que la identidad de la persona es un
proceso continuo que puede estar sujeto a múltiples cambios, sean voluntarios o
involuntarios, y que estos cambios pueden ser tan extremos que nos pueden
llevar paradójicamente a perder nuestra identidad. Todo esto nos lleva a pensar
que es muy difícil llegar a conocer a una persona, porque muchas veces hasta es
difícil llegar a conocernos nosotros mismos.
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Larevistadecirugiaestetica.com
Rinoplastia
en Irán
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Enlace:
http://www.larevistadecirugiaestetica.com/2009/08/cirugia-estetica-en-iran.htmlSara Mato Torre y Jacobo Asenjo Pérez, 1ºBACH. A 29 - 2 - 16
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