Todos nuestros actos son naturales y si por ejemplo tiráramos uranio al mar sería, por lo tanto, una cosa natural como otra cualquiera, como por ejemplo envejecer o morirse. El caso es que nosotros deberíamos ser conscientes de que al dañar a la naturaleza también nos estamos dañando a nosotros mismos y que tratar a animales como los tratamos o quemar bosques para convertir el terreno en una futura fábrica es un absoluto error. Deberíamos ser consientes de todas las animaladas que cometemos y que si no hacemos pronto algo para pararlas todo irá a peor y no habrá vuelta atrás.
También está el punto de que aunque la definición de la naturaleza es que es natural todo aquello que aparece en el mundo sin intervención humana, pero nosotros venimos de nuestros padres con lo que no somos naturales, por lo tanto tampoco tendríamos que tener consciencia ni ningún tipo de responsabilidad con el resto de seres naturales. Pero este hecho no quita que siempre tendremos la naturaleza y el medio a nuestro alrededor, del que queramos o no siempre formaremos parte y con el cual aunque a la Tierra no le importe nada de lo que hagamos en contra de ella o lo que la contaminemos, si nos perjudicaremos a nosotros mismos.
Para esto hay que darse cuenta de dos factores fundamentales 1: que la Tierra es nuestro hogar y 2: que no somos dueños de ella ni tampoco de los seres vivos que están contenidos en ella.
Juan Raña Lemos 1ºBACH-A
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