Cada
principio de año, es tradición hacer una lista con “propósitos de año nuevo”,
mediante los cuales nos proponemos partir de cero e intentar mejorar distintos hábitos
de nuestras vidas. ¿Significa esto que, las personas que lo hacemos (que
solemos ser una gran mayoría), no estamos contentos con nuestras vidas?
Si realmente
quisiéramos cambiar a mejor, no esperaríamos cierta fecha arbitraria para
empezar, sino que lo haríamos desde el momento en el que decidimos cambiar el
problema. Si esperamos para cambiar las cosas, significa que estamos demasiado
cómodos como para realmente necesitarlo. Y es que, aquellos que dicen que “tu
vida empieza al final de tu zona de confort” no pueden estar más en lo cierto,
ya que las cosas no se van a hacer solas, mientras miras sentado el triunfo de
otros, esperando un tren que nunca llegará. Si quieres algo, y lo quieres de
verdad, ve a por ello desde el minuto 0, no esperes al año que viene para
empezar. La espera solo te quitará las ganas, y empezarás a dar prioridades a
otras cosas. Porque esos “iré al gimnasio todos lo días” o “comeré más sano”
que te llevas prometiendo todos los años, se cumplirán cuando te levantes del
sofá, renuncies a todas esas comodidades, y hagas todo lo posible para alcanzar
tu objetivo.
A si que
levántate, y cumple lo que te has propuesto, porque si te lo has propuesto es
porque lo quieres conseguir, y si realmente lo quieres conseguir, llegarás. Tu
tren solo pasa, si haces todo lo posible para que pase, si no, espera sentado.
María
Estévez García 1ºA bach.
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