viernes, 16 de marzo de 2018

Experimentación en animales

Desde hace miles de años, la experimentación con animales forma parte de nuestras vidas, aunque muchos intenten ignorarlo. Cada año, más de 115 millones de animales (sin cortar aquellos víctimas de la industria alimentaria) son sometidos a experimentación de todo tipo con el supuesto fin de mejorar la calidad de vida de los humanos.
Realmente, ¿está moralmente justificada esta tortura con un teórico fin del bien mayor?
En primer lugar, uno de los motivos que se podrían dar en favor de la experimentación en animales es la investigación médica. La realidad es que la mayoría de los experimentos no tienen finalidad biomédica, sino que suelen tratarse de pruebas de impacto medioambiental o pruebas de seguridad de productos de cosmética.
En cuanto a la industria farmacéutica, se corre un riesgo al testar los medicamentos en animales, ya que se han dado múltiples casos de sustancias y medicamentos que no afectaban de ningún modo negativo a los animales y resultaron tóxicos en humanos.
Por último, en el campo de la investigación científica, cada vez se utilizan menos animales para la experimentación (sobre todo en los países desarrollados), pero sigue existiendo, al resultar más barata que utilizar métodos alternativos de experimentación (que implican un costo mayor).
En mi opinión, la experimentación en animales debería estar totalmente prohibida ya que no ofrece ninguna ventaja sobre la experimentación con métodos alternativos y además viola los derechos básicos de los animales. 
Lucía Álvarez Rodríguez 1ºA

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