jueves, 7 de marzo de 2019

Creencias limitadoras

Cuando reiteramos una y otra vez una proposición, puede convertirse en una afirmación asentada en nuestra mente. En una gran cantidad de casos, puede ser totalmente incorrecta. Sin embargo, se acepta como tal.
Esta acción de interiorizar, llevada a cabo tantas veces en nuestros pensamientos, me recordó a lo que en principio sería mi knowledge question en teoría del conocimiento.

¿Hasta qué punto nos afectan las creencias limitadoras en nuestro desarrollo integral como personas?

Las creencias limitadoras son ideas que permanecen en nuestra mente como afirmaciones y nos impiden avanzar o nos bloquean en algún sentido.

Por ejemplo, alguien se dice a sí mismo que por una mala acción pasada es una mala persona. Se autoconvence de esto y con el tiempo, se etiqueta como tal. Se describe con ese adjetivo y se conforma con esa idea. “Porque soy así”. Como si fuera algo determinado, que haga que todo el futuro vaya a ser inalterable.
 Ahí comienza el grave problema de este tipo de pensamientos.  
La persona que se etiqueta como “mala” y cree que es así por naturaleza, no se da cuenta de varios factores.  Primero, que nadie es totalmente bueno ni malo. Porque como humanos, imperfectos, con diversidad de defectos y cualidades, cometemos errores, pero también hacemos el bien. Precisamente una cualidad que nos caracteriza como personas es la capacidad de decisión y no limitarnos a seguir instintos, por consecuencia, poner control a nuestras acciones. O nuestra unión en sociedad para una mejor supervivencia, lo que requiere un cierto nivel de bien común. Entonces, podremos decidir lo que nos parece más adecuado y no actuar según la etiqueta de maldad.

Como se refleja en el caso anterior, se determina como verdadera una ilusión de nuestra mente que impide que podamos lograr objetivos deseados y bloquea el crecimiento como personas.
Este es tan solo un ejemplo, pero estoy segura de que todos podéis pensar y encontrar alguna. Después de reconocerlo, podemos llegar a la conclusión de que estas creencias solo ayudan a que disminuya la autoestima de cada individuo, haciendo que se infravalore a la hora de llevar a cabo ciertas acciones.

Entonces, ¿por qué no nos enfrentamos a ellas?

Lo más probable es que llegue un punto de convencimiento tan fuerte, que la creencia esté muy asentada. Que la adquiramos como si fuera parte de nosotros. Y que, en ese momento, no seamos “capaces” de abrir lo suficiente la mente para reconocerla, enfrentarse a ella y demostrarnos a nosotros mismos un poco de inconformismo para cambiarla.
Por lo tanto, teniendo en cuenta lo negativas que son estas ideas, deberíamos hacer retro inspecciones para poder alterarlas y no dejar que bloqueen nuestras motivaciones o usar sus etiquetas como excusas para no mejorar.

Clara Ferrán, 1ºB

No hay comentarios:

Publicar un comentario