Joaquín Vila García, 1ºBI.
Lo principal a la hora de razonar y de interpretar los argumentos de los
demás es ser objetivo. Es decir, guiarnos tan sólo por la información veraz y
evitando ser influenciados por nuestras opiniones o creencias personales. Sin
embargo, ¿en qué medida es esto posible?
En mi opinión, es prácticamente imposible hacer una afirmación de una
manera absolutamente objetiva, porque el modo en el que percibimos el mundo no
es objetivo. Tomando un ejemplo de la película “Doce hombres sin piedad”, todos los hombres excepto uno
prejuzgaron al chico de culpable sin tener pruebas, simplemente remitiéndose a
prejuicios acerca de que las personas que vivían en los suburbios de la ciudad eran
conflictivas. Esto prueba que las creencias preconcebidas de esos hombres
afectaban a su juicio, ya que ni siquiera se molestaban en dar argumentos que
justificasen su posición. Además, esos prejuicios también les afectaban más adelante a
algunos a la hora de reconocer opiniones en contra, que sí habían sido argumentadas,
como válidas.
Esto es algo que también ocurre en la vida real. Muchas veces consideramos que
algo es verdadero simplemente porque creemos que es así, sin pararnos a pensar
en el porqué. Por ejemplo, cuando nos llega una noticia a través de un medio de
comunicación son pocas las veces que la contrastamos con otras fuentes de
información. Consideramos que es así y que la persona que la ha redactado ha
sido objetiva.
Sin embargo, las personas no siempre se guían por sus creencias. Un claro
ejemplo es el de Davis, el protagonista de la película. Él no prejuzga al
chico, sino que dice que tiene “una duda razonable”. Él no se considera capaz
de emitir un juicio contra alguien sin primero probar que en verdad es culpable.
En conclusión, creo que nuestras creencias pueden influir mucho en nuestra
capacidad de razonar y de reconocer argumentos válidos. No obstante, opino que
si nos esforzamos en ser objetivos y contrastamos nuestros argumentos con los
de los demás, esto se reduce en gran medida. Es el caso del método científico,
que consta de varias etapas o pasos que permite llegar a una conclusión
objetiva y no preconcebida.
“The very concept of
objective truth is fading out of the world. Lies will pass into history.”, George Orwell (1903-1950).
Opinamos que la entrada de Joaquín es muy acertada, puesto que sabe plasmar la importancia de la objetividad en los razonamientos sin dejarnos llevar por los factores externos. La cita final nos parece muy apropiada y aporta a la redacción una conexión con grandes autores del pasado.
ResponderEliminarAtt. Julia López, Adrián Masa y Laura Fernández