Confiar o no confiar...

Uno de los grandes problemas del ser humano se da a la hora de tomar una decisión. Especialmente si tiene que elegir entre una opción racional o una más emocional. En el caso de una joven pareja de recién casados, se encuentran ante un gran dilema, anteponer el bienestar de su amado sobre el suyo propio. Cada uno desea hacer lo mejor para que su matrimonio sea feliz, les puede ese pequeño y característico egoísmo humano. Este se ve alentado porque ellos mismos han presenciado muchos casos, lejanos y cercanos, de divorcios, rupturas por infidelidades... El sentido común, les lleva a plantearse, por mucho que crean que es casi imposible, en la opción de que su pareja les traicione. Si anteponen el bienestar del otro, lo hacen con la esperanza de que este haga lo mismo, para igualar la balanza de beneficios y felicidad matrimonial. Pero su su pareja se pone a si mismo por delante, la balanza quedará totalmente desequilibrada y eso es algo que solo una persona con poco sentido práctico aceptaría. Entonces la elección más segura es darle prioridad a uno mismo por encima de su pareja, pero a la vez, esta opción es la que menos beneficiaria al matrimonio. Por eso esta decisión es tan complicada, porque tienes que ser capaz de confiar en otra persona, mientras que la experiencia y la sociedad te gritan que eso es una locura. ¿El ser tan escépticos y desconfiados nos protege del mundo exterior o nos impide poder disfrutarlo?

Cloe