Mucha gente ignora lo que cree. El acto del pensamiento con que se cree una cosa, no es el mismo que aquel con el que se conoce la creencia.
René Descartes.
Las creencias pueden llevarnos a pensar que nuestro punto de vista es el único correcto, haciendo que nuestra mente no esté abierta a escuchar otras opiniones contrarias. Muchas veces nuestras opiniones están fuertemente arraigadas debido a que estas se encuentran unidas a sentimientos profundos que nos cuesta identificar y por lo tanto eliminar para tener una visión menos contaminada del tema. Un ejemplo muy claro de esto, se encuentra en la película 12 hombres sin piedad donde el jurado número 3, interpretado por Franchot Tone, se niega a ver que el acusado podría no ser culpable, ya que ve reflejado en él a su hijo y esto le impide escuchar los argumentos con imparcialidad, aunque finalmente es capaz de reconocer que su juicio estaba siendo nublado por sus emociones.
Como bien dice Descartes, a veces se confunden el acto de creer y el de razonar, ya que las creencias pueden no estar basadas en la lógica, pero sin embargo un razonamiento, siempre ha de tener una base lógica.
Los prejuicios son un tipo de creencia muy habitual, pero que sin embargo, la gente no suele ver, ya que es mucho más sencillo aceptar las cosas sin pensarlas, y considerarlas un hecho. En la sociedad actual se encuentran muy presentes, en determinadas sentencias judiciales, que podrían considerarse machistas, racistas o influenciadas por diferentes factores; en la política, donde podemos encontrar ejemplos de negación de la realidad que vive la ciudadanía y en general en cualquier espacio de debate o situación de la vida cotidiana.
En mi opinión deberíamos reflexionar antes de adoptar una postura y ver si realmente hemos tenido en cuenta todas las posibles variables para que nuestro juicio sea fundamentado y exento de prejuicios.
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