viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Es innata la capacidad de adquirir un lenguaje?



Todo ser humano de facultades y capacidades sin alteración nace con la capacidad de comunicarse con el resto de la sociedad a través del lenguaje. Es decir, que el ser humano está dotado de antemano para adquirir una lengua y desarrollarla, ya que es lo que le proporciona su genética.
Esto lo podemos afirmar observando a las capacidades de lenguaje de un niño pequeño. Cuando éste empieza a hablar comete muchas faltas, como alterar el orden de las letras, emplear de forma incorrecta las formas verbales o ser incapaz de pronunciar correctamente una palabra. Si el lenguaje lo adquiriéramos por imitación de nuestros padres o de las personas que nos rodean no tendríamos esos fallos porque nos limitaríamos a copiar. En cambio, lo que ocurre realmente, es que al mismo tiempo que nuestro cuerpo y nuestra mente se desarrollan, también lo hace nuestro lenguaje, mediante el aprendizaje. Las etapas en la adquisición del lenguaje siguen un patrón establecido que varía poco.
Otro posible ejemplo que apoya esta afirmación es que, si la madre de un niño es sorda, este aprende a comunicarse oralmente de todas formas.
Pero, para poder desenvolver un lenguaje es necesario tener un conjunto de estímulos que lo estimulen.
Hay casos, como el de Helen, en los cuales no se desenvuelve el lenguaje. Esto puede ser debido a que, esta capacidad instintiva de aprendizaje no existe. Este instinto debería estar localizado en alguna parte del cerebro, pero si existe algún tipo de lesión cerebral, entonces esta capacidad no se desarrolla. Existen lesiones cerebrales que afectan al habla.
Pero el caso de Helen no es este, esta niña quería aprender el lenguaje, quería comunicarse, pero a raíz de que era ciega y sorda, no recibía los estímulos necesarios para establecer una conversación con su familia. Lo que le ocurría es que no sabía como hacerlo, pero consiguió al fin aprender, mediante la insistencia, porque tenía la capacidad suficiente para conseguirlo. Lo único que le faltaba era que alguien le enseñara la forma de desarrollar esa capacidad lingüística.
Por lo tanto, la conclusión que podemos sacar de este tema es que la capacidad de adquirir una lengua es innata, nacemos con ella, no se aprende por imitación ni por analogía. Cabe destacar que existen casos puntuales en los que este desarrollo lingüístico no es innato debido a posibles lesiones cerebrales.

Ana Arias Calvo 1ºBI

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