sábado, 15 de diciembre de 2012

¿Ayuda el lenguaje a cambiar las emociones en sentimientos humanos?




   Cada vez que nos ocurre algo, pensamos qué ha ocurrido,  qué podría haber ocurrido, tratamos de definir qué sentimos. Lo calificamos todo, hasta qué punto de feliz nos encontramos, hasta qué  nivel queremos a una persona, hasta  qué cantidad de lágrimas estamos tristes. Todo con palabras, comprendemos lo que sentimos expresándolo y las formas de expresarlo son innumerables, podríamos expresarlo a golpes, a sonidos, a colores, a gritos, a sonrisas, nosotros lo comprenderíamos,  pero  en el momento en el que tratásemos de explicarlo a otras personas  recurriríamos, sin duda, al lenguaje. Y es que es este el modo que tenemos de relacionarnos con el resto de personas de conectar nuestro interior con el exterior, es la forma de decir: siento esto, me ha molestado lo otro, he querido tal, me siento así, todo en definitiva para hablar de nosotros y es que es el lenguaje la más egocéntrica característica humana.  Dado que el egocentrismo, también es necesario.
   En muchas ocasiones, no comprendemos el comportamiento de una persona. Cómo entender que un  hombre pegue a su mujer, que una madre rechace a su hijo. Nuestros instintos nos  obligan a quererlo, estas condicionados a  no agredir lo que queremos. Necesitamos comprender que falla en la mente de estas personas, necesitan comprender que falla en su mente. Pues bien, he aquí la herramienta clave, el lenguaje. Si llegamos a conseguir que una persona comprenda lo que pasa en su mente, en su cuerpo ante un estimulo, será capaz de comprenderlo, de cambiar la respuesta, de cambiar, en consecuencia la emoción.
    Pero entonces,  ¿qué son las emociones?¿cómo definir lo que  sentimos, lo que sienten? ¿Alegría, cansancio, emoción? Palabras, lo que sentimos son palabras. Concebimos el mundo en base al lenguaje. No podemos expresar que es la felicidad, quizá para algunos sean cosquillas en los pies o para otros sea un  nudo en la garganta, la felicidad es una sensación física, es nuestra mente la que trata de describirla, analizarla, compararla, la que la califica de emoción, la que en consecuencia la cambia y todo esto lo consigue  a través del lenguaje. En conclusión, no es que el lenguaje cambie las emociones, si no que las emociones  son, puramente, lenguaje.




Noa Rodríguez Méndez

No hay comentarios:

Publicar un comentario