sábado, 15 de diciembre de 2012

Simulación y realidad


Con frecuencia se dice que las tecnologías de la información y la comunicación están haciendo desaparecer las distinciones tradicionales entre simulación y realidad. Si esto es cierto, ¿cuáles podrían ser las consecuencias?

Primero debemos pensar si de verdad es cierto. Teniendo en cuenta la evolución que sufrió esta sociedad en los últimos años en todos los sentidos, pero destacando sobre todo la evolución tecnológica, no cabe duda de que esta afirmación es cierta, que con las posibilidades que ofrece el mundo de hoy en día, resulta mucho más sencillo, o por lo menos, posible lograr "unificar" la simulación y la realidad. Pero, ¿esto es bueno o malo?
Considero que esta unificación podría ofrecer infinitos beneficios, desde concienciar a la gente por algo (si logramos unir a la gente a una verdad simulada, será mucho más fácil demostrarles la importancia de algo) o unificar todo el mundo bajo una misma capa. En cambio, esto permite controlar por completo a la gente y manipularla sin darse cuenta, pudiendo ser muy perjudicial para la gente, sin que se den cuenta. Esto sería en casos muy drásticos pero, ¿en qué situación estamos ahora?

Es muy importante que pensemos en qué medida esto es cierto para nosotros y como estamos influenciados por ello, pues cambia nuestra forma de pensar completamente, teniendo en cuenta lo diferente que puede ser el mundo de como nos lo representan. Un ejemplo de esto puede ser la pobreza de África, todos sabemos como es África, pero nadie la vio. ¿Acaso no es todo lo que sabemos de África una simulación? Una simulación verosímil (esperemos), pero no por ello deja de ser una simulación. Podemos deducir de esto que gran parte de la información que nosotros creemos realidad,no es más que una representación que nos enseñaron, pues nosotros no la experimentamos por nuestra cuenta, siendo este un problema claro del aprendizaje cultural, pues la comunicación de los humanos tiene una característica muy importante que, cuando consideramos al emisor de la información una autoridad, olvidamos: la mentira (el hecho de transmitir un mensaje falso deliberadamente).

Es muy importante, por lo tanto, pensar en la importancia de tener en cuenta la fuente de la información y, aún pareciéndonos segura, nunca confiar plenamente en ella, teniendo siempre un ojo despierto para no caer en la tentación de creer ciegamente en todo lo que nos rodea porque las demás personas lo hacen.

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