lunes, 10 de diciembre de 2012

¿Cuál es el papel del lenguaje en el mantenimiento de las relaciones de autoridad? ¿Habla la gente de la misma manera a sus inferiores y a sus superiores en una jerarquía? ¿Habla quien tiene autoridad por su profesión de la misma manera que la persona que busca opinión o consejo? ¿Puede el control del lenguaje escrito crear o reforzar el poder?


Al hablar existen varios registros diferentes dentro de una misma lengua, para adaptarla al momento social en el que nos encontramos. Cuando hablamos con gente de nuestra misma condición y que nos es conocida utilizamos el registro informal, mientras que si nos estamos comunicando con alguien de mayor estatus, tanto social como económico,  o a con una persona de mayor, o en una ámbito profesional, utilizamos el registro formal. Ese es un hecho que está tan inculcado en las personas (ya que pertenece a nuestra cultura) y que su origen se remonta hace tantísimo tiempo, que no nos paramos a pensar el por qué.

                En primer lugar, el uso del registro formal implica una muestra de respeto hacia la persona a la que te estés dirigiendo, ya sea porque es más sabia (refiriéndome tanto a la sabiduría que da la experiencia, como a su capacidad intelectual) o por el poder que puede ejercer en ti (ya sea por la importancia que tiene en la sociedad, pudiendo crear una demoledora presión de grupo, o por un mayor poder en el ámbito laboral).

                En segundo lugar, el uso del registro informal implica un acercamiento con la persona que hablamos o una igualdad de condiciones, y más aún cuanto más joven se es. Es el registro que más se utiliza, sobre todo  en el ámbito familiar; hecho que puede variar de una cultura a otra, ya que a los padres se les puede tratar con un registro formal, indicando respeto, pero a la vez distanciamiento.

                Pero también cabe destacar que la situación en la que se encuentre la persona influye en la seguridad y en el cultismo de las palabras que se emplean al hablar; de esta forma si dicha persona se encuentra en clara desventaja frente a otra de la cual espera obtener algún favor  utilizará una variedad de la lengua que exprese su sumisión y respeto. Esto se da generalmente a la hora de pedir consejo o ayuda.

                Sin embrago, por otra parte, si la persona se encuentra en un estado de superioridad frente a otra utilizará una variedad de la lengua que exprese su autoridad y dominio sobre lo tratado. Este caso se da en algunos profesores, a la hora de dar clase.

                Por último, una persona, por lo general, le da más importancia a los documentos escritos que a las palabras, ya que, normalmente los documentos oficiales, y por supuesto los legales, se tratan sobre papel, dándoles así a los salvoconductos excesiva importancia; aunque, por otra parte, “las palabras se las lleva el aire” como muy bien dice el refrán.
Ángela Sánchez Vázquez,  1º B.I.
 

 

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