Antes de comenzar mi
reflexión me gustaría hacer una pequeña introducción, no más
larga que unas líneas, ya que tampoco necesita más presentación
que esta.
Para leer correctamente la
reflexión y así cada uno de nosotros saque sus propias
conclusiones, y no pensar solamente lo que yo escribo, se debe de
leer con una música de fondo que está en este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=9jdxlNQGomA&feature=youtu.be Os mandaré
darle al “Play” en el momento que yo crea oportuno. Sería bueno
también que mientras se lee y se escucha esta reflexión tengamos dos caramelos, uno que nos encante su sabor y otro que sea
todo lo contrario, que lo odiemos, empezaremos comiendo el que nos
encanta y luego en cuanto se nos termine pasaremos al otro.
Quizás esta reflexión tan
solo sea una guía para despertar un poco de curiosidad sobre las
emociones, los sentimientos y el lenguaje en todos nosotros. Y dicho
esto ya estamos preparados para comenzar este viaje dentro de las
emociones y los sentimientos guiado por el lenguaje.
¿Ayuda
el lenguaje a cambiar las emociones en sentimientos humanos?
¿Lenguaje? Si, Lenguaje
¿Emoción? Si, Emoción. ¿Sentimiento? Sí, sentimiento.
En el libro EL ERROR DE
DESCARTES de Antonio Dámaso
podemos ver la diferencia entre sentimiento y emoción, veamos en que
se diferencian:
“Las
emociones
son
un conjunto
complejo de respuestas químicas y neuronales que forman un patrón
distintivo.
Estas respuestas son producidas por el cerebro cuando detecta un
estímulo emocionalmente competente, es decir, cuando el objeto o
acontecimiento, real o rememorado mentalmente, desencadena una
emoción y las repuestas automáticas correspondientes. Las
respuestas provienen tanto de los mecanismos innatos del cerebro
(emociones primarias) como de los repertorios conductuales aprendidos
a lo largo del tiempo (emociones secundarias).
Los
sentimientos,
en cambio, son
la evaluación consciente que hacemos de la percepción de nuestro
estado corporal durante una respuesta emocional.
Los sentimientos son conscientes, objetos mentales como aquellos que
desencadenaron la emoción (imágenes, sonidos, percepciones
físicas…). Las emociones que no se perciben como sentimientos son
inconscientes y, sin embargo, pueden tener efecto sobre nuestras
conductas.”
http://neuromarca.com/blog/diferencia-entre-emocion-y-sentimiento/
Ahora
que sabemos lo que significa cada palabra hagámonos la gran
pregunta, ¿Utilizamos correctamente estos términos, o los
utilizábamos como si fueran sinónimos?
De
estas definiciones puedo sacar una conclusión, que creo que la
podemos sacar todos, hay más emociones que sentimientos.
[PLAY]
Hasta
el momento las definiciones que necesitamos son esas, está reflexión
quizás sea un poco caótica en cuanto a la forma, ya que voy a ir
mezclando un poco de mi reflexión con una pequeña práctica para no
ser yo el único que reflexione sobre el tema y así luego contrastar
mis conclusiones con las vuestras.
Ahora
pensaremos en una persona, si esa persona que nos hace sentir un
tanto especiales, que nos hace sentir que somos únicos, en
definitiva, esa persona a la cual amamos. ¿Puedes evitar sonreir?
Vale, ahora intenta pensar en esa profesora o profesor que te saca de
quicio, que te tiene manía y que no puedes soportar. Espera, espera,
espera.... por mucho que intentes tener un sentimiento de odio o algo
por el estilo ¿Eres capaz?
Si
decimos que la música es un lenguaje (uno de los mejores lenguajes
para los sentimientos) ¿no te está haciendo esta música que no sea
posible pensar en eso y en cambio solo puedas pensar en aquella
persona de hace unos segundos? Y el caramelo seguro que te ayuda un
poco también.
Bueno,
entonces creo que es ahora el momento de definir que es el lenguaje:
“Se
llama lenguaje (del provenzal lenguatgea) a cualquier tipo de código
semiótico estructurado, para el que existe un contexto de uso y
ciertos principios combinatorios formales. Existen contextos tanto
naturales como artificiales.”
Entonces
la música sería un lenguaje como veremos durante toda la práctica,
pero un lenguaje también puede ser una lengua, o el lenguaje de
sordo-mudos, así que estamos rodeados de lenguajes todo el día.
Sigamos
con la práctica:
ahora
estamos escuchando la música y vamos a leer un pequeño poema a ver
en que pensamos:
Por
una mirada, un mundo;
por
una sonrisa, un cielo;
por
un beso... ¡Yo no sé
qué
te diera por un beso!
¿Son
las imágenes un lenguaje también? Nos está ayudando esta imagen a
tener una emoción y con ella un sentimiento que reconocemos, pero
que tampoco podemos decir al 100% que es amor, ya que no sabemos que
es el amor en si, pero sabemos que nos gusta y que sentimos un
aprecio por esa persona, entonces se puede decir que esa imagen nos
está estimulando para tener una emoción. Si pusiésemos otra imagen
al lado de ese mismo texto nuestra reacción sería diferente, a
pesar de pensar que al leer ese texto el sentimiento que estamos
teniendo es de amor.
Ahora
pasamos a otra cosa, vamos a ver un vídeo y os voy a decir que
penséis en una situación de agobio en la que lo hayáis pasado mal,
y si no habéis vivido ninguna situación así imaginárosla a ver lo
que ocurre... ir a este enlace
http://www.youtube.com/watch?v=M627-obxNzg
y mirar un trozo del video, unos minutos.
¿No
te has sentido agobiado por un momento? Bueno, pues podría seguir
así con más ejemplos, pero creo que ya es suficiente para concluir.
Estamos viendo como el lenguaje es un estimulo para crear emociones
que al final se convierten en sentimientos que creemos reconocer,
pero que en realidad no estamos viviendo, son situaciones ficticias
en las que el lenguaje está confundiendo a nuestras emociones para
crear sentimientos sentidos con anterioridad. Pero no solo el
lenguaje es capaz de cambiar nuestros sentimientos, si no que también
el medio, por ejemplo, cuando estamos comiendo un caramelo que no nos
gusta podremos ver como los sentimientos son más de disgusto, o de
asco. Los
sentimientos también pueden cambiar debido a estímulos externos
tales como melodías o juegos de luces o imágenes determinadas que
nuestro cerebro asocia en el contexto de la sociedad actual con
determinadas emociones, por ejemplo la silueta de un corazón de
color rosa. Además los colores también ejercen una impresión en
nuestro subconsciente llegando a propiciar la aparición de
diferentes emociones ante una exposición prolongada así el rojo
incita a las emociones mas fuertes como la ira o la pasión el
amarillo fomenta el estrés y el verde y el azul tranquilizan la
mente.
Pablo Queiruga
Pablo Queiruga
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