Algo que me causa cierta incomodidad es la manera en la que la gente rapidamente juzga ciertas cosas, en especial aquellas relacionas con lo "no natural", como pueden ser los fármacos. No digo que medicarse sea la solución a todos los problemas, pero ¿acaso a alguien con una pierna rota se le negaría una escayola?, ¿se le diría: eso no es natural, simplemente ponte a andar, que ya se curará solo?. No creo, es más parece una locura, sin embargo a alguien con problemas de depresión, ansiedad, estrés... Se le dice eso, uno y otra vez. Esto no es nada. No se de que te quejas. Deberías ser capaz de lograrlo por tus propios medios. Medicarse es de cobardes. Y un muy largo etcétera. Con este comentario no quiero justificar el abuso de los medicamentos o la automedicación por parte de alguna gente, si no intentar dar otro punto de vista a este asunto que comentamos alguna vez en clase. Si la sociedad consume cada vez más antidepresivos, va cada vez más a terapias de ayuda ¿por qué lo que se hace es demonizar estos métodos en vez de mirar lo que causa que la gente los busque?. Porque es mucho más fácil juzgar, decir que eso no está bien, que los problemas deberíamos solucionarnos con nuestras propias armas, sin ayuda, que de verdad darle a estas personas, a esta sociedad imperfecta las supuestas soluciones que se "hayan en nuestro interior". Si fuese tan fácil mirar al mundo y decir: no tengo miedo, no estoy triste, puedo afrontarlo solo, el suicidio sería algo que apenas existiese. Pero no es así, no es fácil, la gente que toma medicamentos o que va a terapia es porque quiere luchar contra ese problema que no les deja respirar, que les condiciona, que puede llegar a ser tan sumamente angustiante que la única opción que vean sea quitarse la vida. Todos juzgamos, pero de vez en cuando deberíamos intentar ponernos en el lugar de la persona a la que estamos mirando por encima del hombro. No es más humano aquel que afronta sus problemas totalmente solo que aquel que necesita ayuda. Cada uno de nosotros afronta sus propios problemas a su manera. Si pasásemos menos tiempo juzgando la manera de actuar de los demás, pensando que nosotros lo haríamos mucho mejor en esa situación y más tiempo ayudándoles sin juicios maliciosos igual la sociedad sería un poco mejor.
Cloe
Acepto la crítica, creo que te asiste la razón en mucho de lo que dices, por lo que solo haré algunas consideraciones sobre el tema de las drogas. En términos generales, todas las sociedades han conocido el uso de drogas y las han utilizado con fines diversos. No debe sorprender a nadie que actualmente ocupen un papel destacado, no solo como formas de curación, sino como mediadoras en muchos rituales sociales y como formas de experimentar con la conciencia, o dicho en otros términos como modos de experimentar con nosotros mismos. Todo lo anterior viene a cuento para dejar claro que si están presentes en nuestra vida es porque las necesitamos; por lo tanto el problema –si lo hubiere- no es su existencia sino lo que hacemos con ellas. En este sentido me preocupa el incremento del uso de antidepresivos pues parece que hemos encontrado una pastilla para cada mal: cansancio, ansiedad, insomnio, tristeza, incertidumbre ante el futuro…Nada tengo que objetar ante la necesidad real de una medicación que nos substraiga de la enfermedad y el dolor, pero me pregunto si los síntomas señalados anteriormente constituyen realmente una enfermedad o son modos de afrontar las dificultades de la vida. En el caso de que así sea, tomar “una pastilla” quizás no sea el modo más adecuado de afrontar los problemas porque genera en nosotros dependencia y perdida de voluntad de poder. A veces sentirnos infelices también enseña y eso no significa que estemos enfermos, en todo caso, me pregunto también si la salud tiene que ser necesariamente percibida como el derecho a la felicidad. Gracias por tu aportación.
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