La expresión
artística es una de las más frecuentes formas de expresión, en la cual, el
artista manifiesta sus ideas o sentimientos. Existen diversos medios artísticos
que utilizamos como canal para transmitir algo a los demás, como la escultura,
la arquitectura…
Muchas veces
estas creaciones vienen dadas de la necesidad que siente el ser humano, un ser
social, por compartir con los demás lo no racional, esos sentimientos o emociones,
ya sean de amor, terror, melancolía, o cualquier otro tema. La mayoría de estos
sentimientos reflejados en las obras son difíciles de manifestar mediante un
lenguaje razonado, por eso recurrimos al arte.
Por lo tanto,
la buena obra es aquella que consigue llevar a cabo el principal objetivo del
creador: que el espectador capte su sentido y se pueda ver reflejado. No
obstante, la reacción ante una obra no es siempre la misma por parte de todos
los espectadores, ya que pueden influir, consciente o inconscientemente, sucesos
como experiencias pasadas. Por ejemplo, cuando una persona escucha una canción,
la letra puede no transmitirle nada, pero a otra persona puede recordarle a una
vieja canción que cantaba su abuela hace ya muchos años.
En mi
opinión, todos podemos ser artistas, ya que los sentimientos forman parte de
todas las personas, pero no toda la gente tiene la misma facilidad para darse
cuenta de ellos o expresarlos. Esto se debe, de algún modo, a la influencia que
tenga en cada individuo la parte más racional de la mente humana, el superego, que se opone al id, la parte más irracional, tal como
explicaba el médico austríaco Sigmund Freud (1856-1939).
Alberto Pita Vidal, 1ºBI
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