martes, 13 de mayo de 2014

"Cultura de la donación."

Actualmente, más de 1.600 millones de personas viven bajo el nivel de la pobreza.
Pobreza es, por definición, la falta de recursos básicos. Agua potable, un techo bajo el que dormir, comida, ropa. Pero eso ya lo sabemos todos, ¿no es cierto? Tenemos la seguridad clara y absoluta de que millones de personas en el mundo viven una situación que nos horroriza, mas muchas personas sucumben a excusas poco convincentes para no abrir los ojos ante esta realidad y ayudar. Como privilegiados que somos, que tenemos los recursos y la posibilidad de hacerlo, ¿por qué la pobreza sigue teniendo la magnitud que tiene a día de hoy?
Bajo mi punto de vista, una de las causas de este problema se haya en el concepto de "donación". Desde pequeños, nuestro entorno y nuestra sociedad nos enseña que es mejor acallar nuestra conciencia momentáneamente colaborando de forma económica con un proyecto del que muchas veces está desvinculado emocionalmente, en lugar de informarse en un proyecto de forma profunda y tomarse el esfuerzo de intentar hacer un seguimiento de a dónde va su dinero, lo que es claramente muy complicado en ONGs de gran tamaño. El concepto de donación que existe en el mundo actual es un acto egoísta, no el acto consciente y desinteresado que debería ser.
Entendemos las donaciones como un acto loable y admirable, casi heroico (véase la consideración de aquellos ricos y famosos que ceden una pequeñísima parte de sus fortunas a causas solidarias), cuando en realidad debería verse como algo de sentido común. Dar tu dinero, involucrándote emocionalmente en el proceso, interesándote, debería ser casi una obligación. No debería ser necesario que una ONG gastara parte de su dinero en publicidad; todo aquel que pudiera debería tomarse el tiempo de investigar y buscar la causa que considere más apropiada. Y en ese momento, en el cual desaparece el concepto de donación actual, ese acto tan glorificado y heroico, y se empieza a hablar de colaboración, un acto desinteresado, puede que la sociedad haya avanzado lo suficiente como para erradicar la pobreza de una vez por todas.
No creo que se deba favorecer la cultura de la donación. La cultura de la colaboración me parece más apropiada.

Malva Freire Regueira.

1 comentario:

  1. ¿Donación, colaboración?, dos conceptos que, en todo caso, requieren la participación de ambas partes; en el caso de la donación se cede voluntaria y desinteresadamente una ayuda; y en el segundo caso, dicha ayuda se presta para que alguien pueda lograr lo que de otra manera le hubiera costado más. Quien colabora dona su ayuda, quien dona colabora ayudando.
    En todo caso la cultura de la donación o de la colaboración –como se le quiera llamar- es un cambio de actitud ante injusticias como la pobreza o el hambre. Podríamos considerar que no nos sentimos concernidos en esta acción de colaborar o donar porque no hemos cometido ninguna acción que directamente haya causado estos males; es verdad, pero aunque no seamos responsables directos, eso no significa que ante ese estado de cosas, no podamos hacer algo como donar una cantidad económica o colaborar en proyectos sociales de ayuda. Dar a conocer dichas acciones no dice nada a favor ni en contra de las intenciones que están detrás de tales acciones pero es probable que motiven a otros realizarlas, pues es más probable que hagamos lo correcto si pensamos que los demás ya lo hacen.
    Gracias por tu colaboración.

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