martes, 30 de septiembre de 2014

La veracidad de las razones

   En una comunidad abierta nos encontramos en un continuo debate sobre lo que es mejor para nosotros, para ello nos planteamos una serie de argumentos que serán defendidos por cada individuo mediante unos argumentos. Pero hay en casos en los cuales los argumentos no tienen una base bien definida y por ello no se puede considerar como un argumento válido, por tanto no siempre debemos creernos lo que se nos dice. Ante eso nos preguntamos: ¿Que constituye un buen argumento?¿Como sabemos que nuestras argumentaciones son correctas?


Por una parte, debemos de saber que ningún argumento tendrá una razón completamente absoluta, si no que por medio de la discusión de los diversos argumentos podremos llegar a una verdad lo más exacta posible. Para llegar a ella debemos de ser capaces de examinar cada argumentación de la forma más objetiva posible y aceptar un posible cambio de opinión en busca de la verdad en torno a un hecho central, siempre desde la perspectiva de lo razonable y no de una simple falacia.


Por otra parte, debemos de ser capaces de distinguir entre una razón verídica y una falacia que utiliza nuestras emociones. Pues constantemente escuchamos a personas de distintos intereses tratando de convencernos de lo que es mejor para nosotros a través de sus argumentaciones, haciéndonos intentar ver la realidad por medio de unos ojos distorsionados para conseguir sus intereses, utilizando así nuestras emociones. Por ejemplo cuando una persona dice que para acabar con un problema social hay que votar a X persona, sin darnos así un argumento real de que hacer para combatir ese mal social; aprovechándose a su favor de la triste realidad social y de nuestras emociones a la hora de buscar afrontarla diciendo que con él eso no ocurriría, sin dar soluciones reales. Luego, también hay gente que defiende sus razones por medio del ataque a los argumentos contrarios, mejores o peores, sin dar razones a sus propios argumentos para probar su veracidad. Eso no implica que siempre se produzca este hecho, pues a veces sí que realmente esas personas dan razones solidas a sus argumentaciones y buscan a través de ellas una solución real con bases fundadas.


Conforme a la película de 12 hombres sin piedad, podemos ver como un hombre va desmontando los argumentos contrarios, que no contaban con razones demostrables, si no que con razonamientos obtenidos por medio de otras personas que ni ellos mismos podían demostrar que hayan ocurrido verdaderamente.


En definitiva, este hecho nos muestra que un argumento es aceptable es que debe de estar erigido a través de unos hechos que muestren de manera palmaria la realidad y que sean demostrables, y no solo por el ha dicho, he oído; sin dar razones reales. Sabiendo esto, hemos de ser capaces de diferenciar argumentos válidos de inválidos, los cuales nos han de ayudar a decidir lo mejor para la sociedad.



Sergio Núñez Pazos 1º BI

No hay comentarios:

Publicar un comentario