martes, 14 de octubre de 2014

Etiquetando nuestro mundo en construcción

Observación. Interpretación. Reproducción. Establezcamos una relación triangular entre esos tres procesos y así obtendremos la fórmula de las principales acciones de la humanidad. 
Situémonos en el principio. ¿Cómo empezamos a "ser"? (Y entendamos "ser" como "ser realmente personas, humanos"). La comunicación audiovisual es crucial para el desarrollo de una persona, dando así sus primeros pasos en este inmenso marco que será, al mismo tiempo, su punto de partida y su meta: el mundo. 
Aprendemos a hablar mediante simulaciones de sonidos previamente percibidos e interpretados, empezamos a "conocer" mediante la "identificación". ¿Cómo constituye la "asociación" una vía de conocimiento? Ejemplificando, ¿cómo aprendemos lo que es una mesa? La percibimos, memorizamos esa percepción y posteriormente la asociamos al concepto. 
¿Son estos primeros "recursos", o, atrevámonos a decir, estas formas de conocimiento las que condicionan posteriormente la interpretación que hacemos del mundo? Ahí quiero llegar. Y es que, ¿cómo se relaciona la forma con la que aprendemos a interpretar el mundo con la verdadera interpretación que hacemos de él?

Entendamos el mundo como una burbuja. A medida que crecemos, tanto biológicamente como como personas, esta burbuja se hace más grande. Ampliamos conocimientos, abrimos horizontes, agrandamos el mundo. ¿Es el conocimiento, por tanto, la herramienta para confeccionar nuestro "mundo en construcción"? 
La cuestión es cómo organizamos ese nuestro mundo en construcción, nuestra realidad compartida. Compartida. Quizás sea aquí donde nace esa tendencia a "agrupar", a "etiquetar" la realidad. Para entenderla como compartida, necesitamos tener algo que compartir. ¿Da esto fruto a la búsqueda de "tener algo en común", de "vernos reflejados en"?
Quiero desatacar la facilidad con que la sociedad (ojo,eufemismo de "nosotros") es capaz de etiquetar opiniones, sentimientos, virtudes y (seamos francos) en su mayoría, rechazos; para agruparse a sí misma. Creación de prejuicios, creación de estereotipos, creación de un prototipo de mundo. 
Podríamos entender las etiquetas como una forma forzada de conocimiento, como el producto de nuestra reiterada insistencia en comprender aquello que nos rodea, analizándolo desde una determinada posición: el lugar que creemos ocupar en el mundo (etiquetado también, sin duda). 
Planteo la siguiente pregunta: ¿qué pasaría si en vez de limitarnos a etiquetar un mundo en construcción, intentásemos construír un mundo?

Aida Carril Barcia 1ºBI-C 

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