miércoles, 19 de noviembre de 2014

Iniciativa contra la pobreza infantil

A veces hay que ponerse en el lugar del otro para entender aproximadamente su situación, pero está claro que si no estás sufriendo ese mismo problema no puedes sentir lo mismo. 

La pobreza es una situación en la que la mayoría de la gente nunca se pone, ¿y por qué? Este problema mundial que siempre está presente físicamente a penas se le da importancia en los medios de comunicación, causando el poco interés de la sociedad hacia esta desgracia. Sin embargo, cuando salen a la luz algunos de los datos sobre los porcentajes de pobreza la mayoría de la gente dice sentir pena pero solo una minoría reducida aporta algo para frenar el aumento de estos porcentajes

Aprovechando que mañana, día 20 de noviembre, se celebra como cada año el Día Internacional del Niño, los alumnos de 1º de BI (Bachillerato Internacional) hemos querido aportar nuestra pequeña colaboración contra la pobreza infantil. 

Eldiario.es recoge estos datos sobre la pobreza infantil en nuestro país:
 "Las políticas españolas no tienen en sus prioridades luchar contra la pobreza infantil. Es una de las conclusiones de la ONG Save The Children tras un análisis del problema en Europa. España es el segundo país de la Unión Europea, solo por detrás de Grecia, donde menos eficaces están siendo las políticas sociales para combatir la pobreza infantil. El riesgo de pobreza ya alcanza a 2,8 millones de niños, el 33,8% de la población menor de edad en nuestro país, según datos de Eurostat."

Es triste saber que hay niños por todo el mundo pasando hambre, o incluso muriendo por ello.
Niños que viven en países en los que la sanidad o la educación no es pública y por ello no tienen derecho a esto.
Más es una contradicción, pues la Convención sobre los Derechos del Niño recoge estos derechos como propios de los niños:
 "Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel de salud y servicios para el tratamiento de enfermedades y la rehabilitación de la salud. Los Estados Partes se esforzarán por asegurar que ningún niño sea privado de su derecho al disfrute de esos servicios sanitarios" -Artículo 24
 "Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación" - Artículo 28

Hay muchos más derechos que la Asamblea General recoge pero que millones de niños en el mundo no poseen. Y está claro que treinta personas no van a frenar la pobreza infantil en el mundo entero, por eso los alumnos de 1º de BI vamos a comenzar aportando nuestro granito de arena ayudando a nuestra ciudad, Santiago de Compostela y alrededores, con actos benéficos. 
Pero queremos contar con la ayuda de más gente porque cuantos más granitos de arena sean, más grande será la montaña y a más niños en esta situación podremos ayudar. Por lo que agradeceríamos que aportarais ideas para la recaudación de fondos de esta iniciativa. 
Además ahora que llega la Navidad, cualquier niño debería de tener el derecho de sentir esa alegría de poder creer en Papa Noel y en los Reyes Magos, porque infancia solo se tiene una y la pobreza no debería ser una situación que se tuviera que vivir nunca y menos en esta época de la vida. 

3 comentarios:

  1. Vivimos en una sociedad hipócrita que dice mucho pero hace poco. Los Derechos del Niño son recogidos como derechos propios, legítimos, de este gran colectivo pero… ¿y a la hora de la verdad? Mucha teoría, muchos derechos escritos, mucho “acabemos con la pobreza infantil” mas, ¿dónde está la acción, donde están las verdaderas soluciones para lograr erradicar todos los incumplimientos de estos derechos?
    No somos conscientes de la existencia de un problema hasta que este nos afecta a nosotros mismos. Vemos todo muy lejano, dejamos que las cosas fluyan creyendo falsamente que se arreglarán de un momento a otro. Nos alejamos de la responsabilidad, del participar en los asuntos importantes. ¿ Por qué esta tendencia de” descargar la carga” de la responsabilidad en los demás? Si no nos implicamos en las cosas, si no actuamos, no conseguiremos nada. Evidentemente la información es necesaria, pero si está no es aplicada de poco sirve su conocimiento.
    Queremos quedar bien, aparentar mucho, ser muy “solidarios” cuando en realidad no hacemos nada. Cuando de verdad quieres una cosa, luchas para conseguirla. Aunque no la consigas, lo intentas, pero si nunca lo intentas, nunca lo conseguirás. Debemos pensar así, debemos concienciarnos de que la pobreza infantil por sí sola no va a desintegrarse y bum, de la noche a la maña esfumarse. Hay que actuar y lo hay que hacer ya.

    ResponderEliminar
  2. Alguien que ve iniciativas contra problemas sociales, en nuestro caso, la pobreza infantil, puede pensar que donando una cantidad de dinero a la causa ayuda. Claro que ayuda. Y la suma de muchos, aún más. Pero con algo tan grave como la pobreza infantil, no cumples con ser generoso un día y luego olvidarte del tema; debe ser algo permanente (sin referirme a donaciones), algo que nos haga ser conscientes de la larga duración de ese grave problema.
    A lo que me refiero es que comprometerse con algo no equivale a "cumplir". Comprometerse es ser conscientes del objetivo y hacer lo posible para cumplirlo. Y si ayudamos a que más gente se comprometa, formaremos esa montaña de todos los granitos de arena juntos. Además, cuanta más gente comprometida y concienciada haya, a más personas podremos ayudar. El caso es que sentados y de brazos cruzados, no se resuelven los problemas sociales, ni de este tipo, ni de ninguno.

    ResponderEliminar
  3. Lejos de ser un mero problema económico, la pobreza infantil constituye un problema social. Y, para no desentonar con los otros, carece de esa concienciación necesaria para que sea erradicado. ¿Realmente lo abordamos como un asunto que nos concierne o nos limitamos a saber que está pero no mirar? La opinión pública apunta hacia la responsabilidad del gobierno con el problema, pero, ¿quién constituye el gobierno? Si presumimos (que poco a poco dejamos de hacerlo, y con razón) de nuestro sistema democrático, quizás deberíamos tomar parte en la vida política, o lo que es lo mismo: asumir nuestras responsabilidades para con el pueblo, para con nosotros. Claro que, como representantes, los dirigentes políticos deberían proponer iniciativas que alienten el compromiso con el caso para su erradicación. Una abolición en la que todos seamos partícipes. Pero esto no parece estar en la agenda política, ya si eso "para cuando haya dinero". La riqueza de un país se define (o debería definirse) por la calidad de vida de su pueblo (ojo, no en una proporción 20 a 14 millones. Ver http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/los-espanoles-mas-ricos-tienen-mismo-que-los-millones-mas-pobres-3646863 ). Si esta calidad de vida está desmesuradamente desproporcionada, entonces creo que deberíamos hablar de un problema estructural.
    Por consiguiente, no deberia constituir algo que está ahí, un comodín de la llamada al que se recurre cuando hacen falta argumentos fáciles para tocar emociones, no debería ser un "con motivo de". No hay cambios si no hay alternativas, y si únicamente nos pasamos la bola de la responsabilidad entre nosotros (o, como es realmente, las lanzamos todas contra los de arriba) nunca llegaremos a encontrarlas. Busquemos cambios con un objetivo común. ¿Conocemos el objetivo?

    ResponderEliminar