domingo, 14 de diciembre de 2014

El problema de la rutina

En primer lugar, para entender mejor esta entrada, vamos a buscar una definición formal de la rutina: "Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas".

Creo que crear rutinas en los niños es algo fundamental en su proceso de formación, porque contribuyen a desarrollar hábitos que formarán parte de su carácter y su personalidad para toda la vida.
Con los hábitos adquiridos nos acostumbramos desde pequeños a cumplir con ciertas reglas que nos ayudarán por una parte a tener una mejor convivencia con los demás y por otra a ponernos con mayor facilidad a realizar actividades como el estudio y otras tareas cotidianas.Tal y como señaló el psiquiatra y educador estadounidense Rudolf Dreikurs, "La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras y dimensión a la vida. Ningún niño se siente cómodo en una situación en la que no sabe qué esperar. La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un sentido de orden del cual nace la libertad."

No obstante, creo que la rutina también puede conllevar problemas, porque puede provocarnos aburrimiento, frustración e incluso la pérdida de incentivos, sentimientos y emociones. Se trata de un problema actual de la sociedad, Toda actividad humana puede ser influida por la rutina, y creo que es algo que puede afectar a toda la sociedad: de la misma forma que la especialización de los trabajadores de una fábrica puede conllevar la rutina, el aburrimiento, y, en consecuencia, la bajada de rendimiento del trabajador, creo que a mayor escala el exceso de rutina en cada individuo que conforma una sociedad puede afectar a la evolución de la misma.
Como indicó John Stuart Mill, "el valor de una nación no es otra cosa que el valor de los individuos que la componen".



Alberto Pita, 2ºBI letras

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