jueves, 11 de diciembre de 2014

La libertad: La pena capital y la pena de muerte.

Como sabéis en algunas partes de Estados Unidos la pena de muerte es legítima así como en otras muchas más partes del mundo y vigente en el estado español hasta el siglo XII por medio de la Santa Inquisición, pero por qué debe ser esta aceptada? Al fin y al cabo estás privando a una persona del derecho a la vida, quitándole la libertad y castigando un crimen con otro directamente proporcional o mayor, de una forma desmesurada. Además hay que considerar que esta pena es totalmente irrevocable, si una vez impuesta la pena se demuestra que el castigado no era culpable ya no hay opción alguna de devolverle la vida, una pena definitiva. Esta podría ser considerada una pena rudimentaria que no es concebible en una sociedad considerada moderna pues desprende del derecho de la vida a una persona de manera desmesurada sin dar opción al subsanamiento de los errores, constituyendo esa pena completamente radical. 

Por otra parte nos encontramos otra pena extremista, no existente en el código penal español de la actualidad, esta es la cadena perpetua, una pena también un tanto desmesurada, pues esta pena no permite la reinserción del condenado a la sociedad en el resto de su vida, marginándolo de la sociedad y sin permitir el arrepentimiento de sus anteriores errores. Constituyendo como la pena capital una pena definitiva, que no da opción a que el individuo vuelva a tener una vida normal.

A mi modo de verlo estas pena suponen unas medidas desmesuradas, pues realmente las penas deberían tener como fin la reinserción en la sociedad de los sujetos implicados en las penas, y de ningún modo, una pena definitiva e irrevocable que impida ningún ejemplo de aprendizaje de comportamiento humano como debería tener la cárcel.

Ahora bien, parándonos a replantearnos sobre estas dos penas y su coartación de la libertad me encuentro con la pregunta de: Que legitimidad tiene el estado para implantar estas penas radicales? Basta realmente con la simple supremacía del estado? No  debería el estado justificar el porqué de la implantación de esta pena? O por lo menos decidir si estas penas son justificadas con el resto de conciudadanos, buscando el interés común y desde luego sin poner penas que se podrían considerar excesivas.

A mi modo de ver las cosas el estado no tiene autoridad para implantar penas extremas e irrevocables como estas sin consultar al pueblo, puesto que es este el principal damnificado de la implantación de estas leyes, pues lo correcto, por lo que creo, sería hacer un referéndum estatal permitiendo que todos los habitantes del estado puedan ejercer su supremacía.

Aún así os dejo con la cuestión anteriormente citada: 
Es el estado legítimo para implicar leyes de una magnitud tan radical?

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